lunes, 31 de diciembre de 2012

Documentos de año 1834 y siguientes,sin fecha, hallados en el Archivo

Hugo Patricio Castello. 2012. MACN en comisión en la Fundación de Historia Natural Félix de Azara.

Durante la dirección del Museo por parte del Prof. Doello Jurado alguien tuvo la inquietud de rescatar y ordenar parcialmente los documentos más antiguos del Museo e inclusive se los archivó en Carpetas especiales rotuladas como “Archivo Antiguo”.
En la carpeta No. 7 existen 16 documentos sin fecha, que fueron numerados secuencialmente y que son de interés, por lo que a continuación se procede a describirlos someramente.
La tapa de dicha carpeta contiene la siguiente información:

Museo Argentino de Ciencias Naturales

“Bernardino Rivadavia”

Buenos Aires
Archivo Antiguo

Tapa de la Carpeta Letra No. 7
Asunto: Correspondencia del año 1834, (y años posteriores conteniendo documentos numerados con los números del 1 al 16.

Referencias: Señor S.(Santiago) Torres y Juan María Gutiérrez
El boticario Santiago Torres se desempeñó como Encargado del Museo Público entre los años 1854 y 1863, existiendo muy escasa información sobre las actividades que desarrolló en ese período.
En esta carpeta se hallan depositados numerosos documentos del Museo que carecen de fecha, y a los que posteriormente (posiblemente el Sr. Torres) le agregó, con tinta negra, el año en que el documento posiblemente se originó.

Lista de documentos:
1) Existencias del Estado en el Departamento de Historia Natural, o mas bien en la aula de Física y Química y Gabinete de Historia Natural., 5 hojas dobles (20 x 31,5 cms.) escritas en tinta negra con instrumentos numerados 1, 2, 3, 4 ; la última hoja carece de número.
2) Animaux Vertebres, 44 páginas (21,2 x 29,6 cms), sólo las 3 primeras están escritas, en pequeña letra.
Nota: según el Encargado Sr. S. Torres, en la tapa de un pliego de color azul verdoso menciona que los documentos del 1 al 5 (el 2 repetido) corresponden al año 1834.
3) Recorte de papel blanco con manchas de óxido con un No. 3 (1854?) con el siguiente texto: Por la orden que te adjunto verás que se manda entrega al Catedr. de Química los minerales de Azufre. Le entregué los cuatro que abía (sic) bajo los números 443, 444, 445 y 446. No le exigí el recibo porque me dijo que lo iba a devolver al día siguiente, pero pasaron algunos y después me trajo tres, faltando el No. 445, disiéndome (sic) que los estudiantes lo habían robado. Sigue papel cortado….
4) Recorte de papel celeste, (21x 3,9 cm.) con un No. 4: Don Lisandro Paganini, una medalla de estaño de la exposición de 1851. al reverso dice: Don Mariano Aguirre-una madrépora, un coral blanco. (Documento posterior a 1851).
5) Un recorte de papel de bordes dañados (12,7 x 15 cm.) escrito a lápiz, con el texto: Dr. Jorge Mittall al Museo una tixera (sic) y una cortaplumas Monstruo trabajada en la ….. No.5 en tinta china ángulo inf. izq.
6) Un trocito de papel celeste (20,9 x 2,4 cm.) con un No. 6 con el siguiente texto:
El coronel Jacinto Maroto o Maroti -un hueso fósil, un mineral de (la isla) Martín García.
7) Nota de Juan María Gutiérrez (Rector de la Universidad) al Sr. Torres en la que le avisa que le remite dos medallas de oro por los miembros de la Comisión de la estatua de Belgrano. (Esta nota fue escrita después de la caída de Rosas y antes de la llegada de Burmeister).
9) Un trozo de papel blanco (12 x 11 cm.) con un No. 9, Don Ángel Carranza un papel a 100 x firma...de Luca ¿???.
10) Sin fecha, Museo, documento No.72, folio de dos hojas blancas, 4 Págs., (34,2 x 22,5 cms.) con breve descripción de 15 objetos donados al Museo.
12) (Julio 17/856) Para el Museo de Buenos Ayres
Cuatro objetos numerados del 1 al 4 donados por Don Bernardo Ramón Goysi???
1º) una morada Sarda de cobre,… Julio 1826
2º)otra………..Hibernia
3º)………española 1858
4º)otra……….…….1842
En papel blanco (17,3 x 21,2 cms.).lleva No. 12.
13) Nota del 18 de abril de 1856 al Sr. Don Santiago Torres, enviada por el Sr. Ortega? En hoja de papel blanco con líneas rojas verticales (27 x 20,8 cms.) en el que hace referencia a un cuadro del regicida que atentó contra la Reina Catalina Isabel 2ª. al salir de la capilla del palacio real Lleva el No. 13, (ver Nota)
14) Una página blanca (27 x 21cm.) Domingo Marin remite al Museo una Vívora (sic) de dos cavezas (sic) encontrada en la cierra (sic) de los Tapes Río Grande, una piedra de estudio,………. petrificada en las Puntas del Río Negro, estado Oriental (Uruguay), una concha de perla. Lleva el No. 14. (Material colectado en el territorio de Uruguay y quizás RGS, Brasil).
15) Nota de A. Carranza a Sr. Don Santiago Torrres, sobre donación de un vaso asiático del año 1702, remitido desde Jerusalén y construido en cedro del Líbano, presentado al Gabinete de Historia Natural de Buenos Aires. Lleva el No. 15. Nota en papel celeste (26,7 x 21 cms.).
16) Nota del Sr. Ángel Carranza al Sr. Torres sobre el envío de la espada del Gral. Ibarra, también adjunta un retrato del Emperador Napoleón por el Dr. Lacour en un plato de porcelana de Sevres vendido en Janeiro en 1837 por un Dr. Lacour. Me la regaló un amigo al partir para Santiago en Octubre de 850 (sic). Me aseguraba la pago bien y perteneció al servicio de Josefina cuya inicial lleva, si Ud. lo cree digno de figurar en el Museo, disponga de él, su amigo Ángel Carranza. Lleva el No. 15, en papel celeste claro (27 x 21, cms.).
Sin No.: Don José Babalde al museo un Brótula (pescado?).
Nota
(a) Isabel de Borbón, la chata. Nació Isabel, como princesa de Asturias, el 20 de diciembre de 1851, hija de la reina Castiza, Isabel II. Era su segundo alumbramiento pero el primero, un niño, nació muerto. Casi dos días duró el parto hasta que su padre oficial, el rey consorte Francisco de Asís, la presentó públicamente en la ritual bandeja de plata, junto al presidente del Consejo don Juan Bravo Murillo. Afortunadamente, el rey no montó el escándalo del alumbramiento anterior, buscando parecidos del muertecito con supuestos amantes de su majestad. En cambio, la infanta estuvo a punto de quedarse huérfana antes de salir a la calle, cuando su madre la llevaba a la Virgen de Atocha.

A la salida de la capilla de Palacio, un cura loco, llamado Martín Merino, se abalanzó sobre la reina y la apuñaló. El gesto instintivo del brazo y las ballenas del corsé dejaron en herida leve un golpe que pudo ser mortal.
El regicida confeso fue juzgado, condenado y ejecutado rapidísimamente; el gobierno mandó destruir los legajos del juicio y, como hubo luego no pocas conspiraciones organizadas por el cuñado de Isabel II, duque de Montpensier, se ha especulado mucho con la alta inspiración del magnicidio frustrado; pero a diferencia del asesinato de Prim, de éste no se ha probado nada. Y ya es tarde.

Carlos Francesco Ferraris, boticario y Teniente 2º. del Batallón “Amigos del Orden” .

Hugo Patricio Castello: 2012. MACN en comision en la Fundación de Historia Natural Félix de Azara.

La compra de instrumental
Los instrumentos de Física fueron pedidos a Europa en 1823 y fueron construidos en la casa de los Señores Baillot, Pieret y Compañía, bajo la dirección de uno de los preparadores del famoso Químico M. Thenard. Según La Crónica, 1827) “éstos llegaron a Buenos Aires antes de que se hubiese dispuesto el sitio en el que debían colocarse esta falta de previsión fue perjudicial a la conservación de algunos de ellos”.

Molina y Ferraris traídos a Buenos Aires por Rivadavia
Estando Carta Molina en Paris le recomendó a Rivadavia a Carlo Francesco Ferraris, un “paisano” piamontés, para acompañarlo en su viaje al Río de La Plata, describiéndolo como “boticario y amigo mío desde la juventud”.
El ofrecimiento fue aceptado y ambos viajaron a Buenos Aires donde arribaron en marzo de 1826, siendo los gastos de alojamiento cubiertos por el gobierno y solicitó por carta que se le abonaran dos salarios por adelantado.
Por Decreto 115 de Bernardino Rivadavia de fecha 10 de abril de 1826 se le designó a Carlos Ferraris como “Encargado del cuidado de los instrumentos de la Sala de física y química, y de la conservación de los objetos de la Historia natural” con un salario anual de 400 pesos, salario relativamente bajo, cuando se lo compara con el salario de un profesor universitario de Física Experimental (Pedro Carta Molina) designado en igual fecha por la suma de 1000 pesos anuales y el de un topógrafo con salario de 1200 pesos anuales.
Para algunos escritores Carlos Ferraris fue el ayudante de Carta Molina y en una publicación de época se menciona que el salario asignado a Ferraris por el gobierno era inadecuado. El concepto que tenían las autoridades nacionales era que el museo era un depósito de objetos de toda índole que debían ser preservados por un empleado con un salario no muy atractivo.
Agüero, ministro de Rivadavia, le asignó por decreto otros 200 pesos anuales para “gastos de vida” y le hizo saber que los gastos de habitación correrían por cuenta del gobierno, adelantándole el salario del segundo trimestre del año 1826 (AGN X-6-2-4)*. Al ser designado Ferraris en la universidad, el 27 de abril éste le explicó al ministro que “los instrumentos de Física y Química existen en cuatro piezas distintas, algunos en armario, otros sobre el suelo o sobre mesas y otros todavía encajonados”.
El 27 de Septiembre y 5 de octubre de 1826 Rivadavia y Agüero decretan que se cree un “Establecimiento para el depósito general de los útiles, instrumentos, sustancias, etc., necesarios para el mejor desempeño de los diversos estudios universitarios y la formación del Gabinete de Anatomía y el Museo de Historia Natural” (Registro Oficial, Tomo 2o., página 180, No. 2059.

El suprimido Convento de Santo Domingo
El Gabinete de Historia Natural instituido por el gobierno en 1826 se instaló en las galerías altas del convento suprimido de Santo Domingo y debía reunir en sus claustros todos los objetos relativos a la enseñanza de las ciencias físicas y naturales. Debía comprender un laboratorio de Química, un gabinete de Física y un Museo de Zoología, Mineralojía y de Botánica. Se le agregó una brillante colección de objetos comprados en Europa por orden del gobierno y considerablemente aumentada con varios objetos procedentes de otros países, y llegó a reunir 1500 piezas del reino Mineral y cerca de 500 del Animal, sin incluir las familias de insectos.
Con respecto al lugar donde habían sido depositados, Ferrraris consideró que el local no reunía las condiciones adecuadas a tal propósito y sugirió el traslado a un sitio donde pudieran ser conservados en forma permanente, para prevenir su continuo deterioro (AGN X-6-2-5). El laboratorio instalado en los altos del convento de Santo Domingo no se encontraba en condiciones de ser utilizado (AGN X-6-2-5), de ahí que transcurridos ocho meses, el 23 de enero de 1827 Ferraris se dirigió al rector de la universidad para informarle que “mañana miércoles serán concluidos en Santo Domingo los trabajos que se han mandado hacer para la conservación de los instrumentos de física y otros objetos (AGN X-6-2-5.).

El primer inventario
El 4 de julio de 1827, Ferraris recibió en mano un “Inventario de los instrumentos de Química y objetos de Historia Natural, que el Sr. Dr. Moreno, catedrático de Química remite al Sr. Ferraris, conservador de los instrumentos de Física, Química y Objetos de Historia Natural”.
En esa fecha el Dr. Moreno retornó a Carlos Ferraris retortas, probetas y otros recipientes de vidrio que estaban en su poder, para uso didáctico en la Cátedra de Química de la Universidad (Archivo MACN: proveniente del Archivo Giacomo Calleri Damonte, descendiente de Ferraris, depositado en el Archivio di Stato di Biella, Italia).
Según “La Crónica..”(127) entre los objetos de Historia Natural había “150 pájaros, un ciervo, una iguana, 180 conchas, algunos peces y 800 insectos. Entre las aves existía un “hermoso cisne del Río de la Plata, notable por su largo cuello negro, variedad bastante rara, aun entre nosotros, y de que carecen casi todas las colecciones de Europa”.
En abril de 1827, Ferraris con el propósito de ampliar la colección de Historia Natural existente, solicitó la suma de mil pesos y la provisión de materiales para mejorar la conservación de las piezas en exposición y comentó “La mayor parte de los peces, reptiles, moluscos y algunos insectos es preciso conservarlos en el espíritu del vino, que es ahora bastante mas caro” (AGN X-6-2-5).
En julio del mismo año Ferraris figuraba en el presupuesto universitario como “encargado y conservador” de los instrumentos de física y química y de las pertenencias del museo, percibiendo un sueldo de 400 pesos y un adicional por vivienda de 200 (AGN X-6-2-5).

La Guerra rioplatense-brasilera (1825-1828)
El conflicto que enfrentó a las Provincias del Río de la Plata con el Imperio del Brasil duró tres años y finalizó el 28 de agosto de 1828, cuando durante el gobierno de Manuel Dorrego se llegó a una Convención Preliminar de Paz con el imperio de Brasil, donde se disponía la independencia de la Provincia Oriental (Uruguay) y el cese de las hostilidades.


Profesor Octavio Mossoti, iataliano, profesor a cargo de la Cátedra de Física Experimental, hizo uso del instrumental de Física al cuidado de Ferraris.


En Noviembre de 1828 el Profesor Octavio Mossoti a cargo de la Cátedra de Física experimental, junto con Carlos Ferraris le comunicaron al Rector de la universidad que aprovechando “la circunstancia de hallarse ahora abierto el puerto de esta ciudad y de haber sido nombrado el encargado de negocios en Francia, sugieren que se efectué la importación de los instrumentos que todavía faltan para completar la colección existente en la Sala de Física e Historia Natural” (AGN X-6-3-1).

Es en esta época que comienza una burocrática costumbre, que habría de continuar hasta el final de la vida de Burmeister en 1892, que impedía la construcción de armarios sin el previo consentimiento del ministro de gobierno a cargo y que refleja los inconvenientes presupuestarios que habría de enfrentar cualquier Director del Museo durante 50 años o más,
Mossoti en 1829 le escribía al rector de la universidad señalando los inconvenientes burocráticos que afectaban a la enseñanza, pues para obtener que se le “provea de un armario para encerrar los instrumentos y vidrios que son de uso diario” se requería de la autorización del ministro Díaz Vélez, quien finalmente dio su aprobación para encargar su construcción por un carpintero.

La colección del Presbítero Bartolomé D. Muñoz
Un primer paso en la formación de colecciones lo dio el presbítero Bartolomé Muñoz, un español con vocación zoológica y mineralógica, que fue además literato, astrónomo, cartógrafo, arqueólogo y naturalista, y al a su regreso a Buenos Aires en 1814 donó su biblioteca y su colección particular con objetos e instrumentos de la Historia Natural para “empezar a formar un gabinete”.
Si bien en la página Web del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia (MACN) se afirma que “Puede considerarse que la Colección Nacional de Invertebrados del MACN se inició cuando el Gobierno de Buenos Aires aceptó oficialmente, el 11 de Junio de 1814, la donación del Presbítero Bartolomé D. Muñoz de una colección personal de "objetos de Historia Natural e instrumentos para empezar a formar un gabinete". Dichos objetos incluían “Quinientos testáceos que forman una regular colección de conchas de sus 36 géneros de Linneo, resulta evidente que no existía un local donde albergar la colección que perteneciera a Muñoz, que su albacea Juan Molina había mantenido bajo su cuidado hasta 1831, el gobierno recién designó a Octavio Mossoti y Carlos Ferraris el 3 de octubre de 1831 para inspeccionar la colección que había pertenecido a Bartolomé Muñoz.
Los objetos expuestos consistían en “una porción considerable de curiosidades e instrumentos de Historia Natural” que eventualmente podían formar parte de un Museo Público de la ciudad” (AGN X-6-3-1). Tampoco queda claro si al final la colección se incorporó y en que fecha.

El segundo inventario
El segundo inventario que existe en el Archivo del MACN lleva el siguiente encabezado:
Inventario de los instrumentos de Química, Física y Objetos de Historia Natural a fin del año 1834” y semejantes a éste se realizaron similares inventarios en los años siguientes.
En el de 1834 se detallan en primer lugar, los instrumentos de vidrio de Química, los Objetos de Porcelana, los Productos de Química, los Animales (931), los muebles de ambas salas, los instrumentos de Mecánica, de Hydroestathica (sic), de Hydráulica (sic), de Pneumática, Calórico, Electricidad, Acústica, Luz. El inventario fue escrito en un cuadernillo de 10 hojas de papel con marca de agua AlMasso, cocido en el lomo (21,3 cm. de ancho x 31 cm. de h).de las cuales sólo 6 hojas están escritas.

Instrumentos de Física, Química y objetos de Historia Natural para la enseñanza
Queda claro entonces que el Laboratorio de Química, gabinete de Física y los objetos de Historia Natural habían sido adquiridos por el gobierno para enseñanza universitaria y que el dinero para el abono del salario anual de Ferraris y otros gastos serían afectados al presupuesto universitario.
En ningún documento oficial de esa época se hace referencia a la colección de objetos de Historia Natural bajo la denominación de “Museo Público”, de ahí que resulte inexplicable que en la actualidad se utilice esa denominación para definir de ese modo a la colección de historia natural que comenzó a ser formada antes de la década de 1820. Las colecciones de zoología y mineralogía ya existían en esa época y luego dieron origen, al desaparecer el instrumental de física y de química, al Gabinete o Museo que surgió pasado el momento de la caída de Rosas. En documento alguno del período 1812-1852, se hace referencia a un “Museo Público”.
En el primer cuarto de siglo (1826-1850), bajo el cuidado primero de Ferraris (1826-1842) y mas tarde de Demarchi (1842-1850), las colecciones se habrán de incrementar a ritmo lento.

Entre 1812 y 1826 el museo no tuvo presupuesto asignado por el Gobierno
Según Trelles, quien en la segunda mitad del siglo 19 tuvo acceso a los archivos provinciales de comienzos de siglo, pudo constatar que entre el decreto firmado por Rivadavia en 1812 y el de 1826 no existe decreto alguno, el que se haga referencia a un Museo de Historia Natural, y tampoco existe una asignación presupuestaria para tal fin, por lo que es dable pensar que en sus primeros 14 años, el Museo existió en los papeles, y que no se concretó hasta que Rivadavia tuvo la totalidad del poder.

El alejamiento del Físico Mossotti en 1835 y la renuncia de Ferraris
En reemplazo de Carta Molina había sido designado el Físico Octavio Mossotti quién en mayo de 1835 decide regresar a Europa, quizás debido a la inestabilidad política y a la supresión de la Cátedra de Física en Diciembre.
El 21 de Noviembre de 1835 se le ordena trasladar el instrumental de Física a la Casa de Espósitos y que retorne la sala que ocupaba el Gabinete de Física al Presidente del Convento de Sto. Domingo, Fr. Domingo Incháustegui. (Ver notas intercambiadas).
La ida de Mossotti debió haber influido en Ferraris, ya que un año después, el 29 de marzo de 1836 presenta su renuncia al rector. En su renuncia estima que cualquier persona de mediana inteligencia “puede continuar con la conservación del Gabinete de Historia Natural y consecuentemente, con las medidas de economía dispuestas por el gobierno, por tal motivo considera conveniente su retiro para ocuparse de sus “intereses particulares”.
La renuncia de Ferraris no debió haber sido aceptada, porque en 1838 en el presupuesto de los sueldos abonados en la universidad, mostraba que el encargado del Museo aun percibía un salario de mil pesos y contaba además con un presupuesto de 300 pesos para la conservación del instrumental de Física y Química.
En 1842 y habiendo fallecido su madre en Italia y una seria enfermedad que aquejaba a su hermano, el Dr. Francisco Ferraris, vuelve a dirigirse al rector para informarle que debe trasladarse a Turín, la capital de Cerdeña para arreglar sus negocios, por lo que solicita una licencia de 18 meses. Simultáneamente 
recomienda a Antonio DeMarchi. para que en su ausencia se ocupe de las colecciones ya que es un sujeto en el que concurren todas las cualidades necesarias para su buen desempeño. Agrega en su nota al rector, para estar a tono con la época que se vivía en Buenos Aires: “es federal decido y muy adicto a la digna persona de nuestro ilustre Restaurador de las leyes”. (AGN X-6-3-1).

* Nota: Todas las citas referidas al Archivo General de la Nación (AGN) son transcripciones exactas de aquellas que figuran en la obra: Ciencia y Técnica en Buenos Aires: 1800-1860, de J. C. Nicolau, 2005: 278 Pág., .Bs. As.

Bibliografía
Anónimo, 1827. Artículo de “La Crónica Política y Literaria de Buenos Aires bajo el título “Gabinete de Física y de Historia Natural bajo el título “Gabinete de Física y de Historia Natural”, (9/6/1827), en J. M. Gutiérrez, 1868. Noticias históricas sobre el orijen y desarrollo de la Enseñanza Pública Superior en Buenos Aires, Buenos Aires: 457-461.

El licor del Lord S. Smith preparado por los boticarios argentinos a cargo del museo para conservar los ejemplares taxidermizados.

Hugo Patricio Castello, 2012: MACN en comisión en la Fundación de Historia Natural Félix de Azara

 Lord S. Smith inteligente naturalista inglés, fue presidente de la Linnean Society of London y estaba preocupado por la conservación de los objetos, ya clasificados en colecciones y concluyó que no podía haber un medio más eficaz, que el siguiente licor, cuyos ingredientes eran:
Sublimado corrosivo: 2,5,
alcanfor: 2,3
Espíritu del vino (caña): 1 ft.
En los grandes animales era aplicado por medio de una esponja, que era pasada a diferentes momentos sobre el lado exterior del animal, hasta que estuviera perfectamente impregnado y el licor hubiese penetrado la piel. En pequeños animales se pasaba un pincel de pelos y la operación era realizada de la misma manera. Si el individuo sometido a esta práctica, había sido recientemente preparado, o si había permanecido largo tiempo en la colección, debía permitirse que el licor secara antes de colocarlo nuevamente en su gabinete.
En Francia esta peligrosa composición (mezcla) era reemplazada por una dilución en agua en pequeñas cantidades.
Los boticarios Ferrari y Demarchi preparaban este licor con los ingredientes que tenían en sus propias farmacias o boticas, y de ese modo mataban las polillas que atacaban a las aves taxidermizadas o se comían la madera del cajón de las momias egipcias, aplicando el licor de Smith con un pincel.

PD: en La historia sobre embalsamado, y en preparaciones de anatomía, patología e historia natural, incluyendo un relato sobre nuevos procesos de embalsamado (1840).


Antonio Demarchi: sus escasos fondos para cuidar de los objetos de Historia Natural (1842-1851)


Hugo Patricio Castello, 2012: MACN en comisión en la Fundación de Historia Natural Félix de Azara

Presupuesto y gastos efectuados por Demarchi en el Museo Público de Buenos Aires (Febrero 1842 a Junio 1851) (Extraído del Cuaderno de gastos).

El aporte presupuestario al Museo se mantuvo durante todo ese período en forma invariable en la suma de $ 25.00 mensuales, que apenas alcanzaba para comprar el alcanfor para matar las polillas de la colección. 
El total del dinero aportado durante los 113 meses del período Febrero 1842 a Junio 1851 por el Gobierno de Rosas fue de $ 2825.
Si bien es cierto que las cifras de gastos revelan que no hubo mayor inflación en ese período de 9 años y 5 meses, la suma de si por si era demasiado exigua y sólo alcanzaba para la compra de alcanfor, velas, reparación de los faroles, producir el liquor preservativo Smith, comprar aguardiente como fijador y algunos pájaros embalsamados y otros especímenes, como también para efectuar algunos arreglos y traslados (ver detalle).
Se puede decir que durante un período prolongado del gobierno de Rosas, la colección del Historia Natural del Museo no se vio incrementada, excepto por la compra de 14 pájaros europeos con ojos de vidrio, 1 pez espada, una madrépora, una caparazón de tortuga, dos moluscos, un mono montado, dos fenómenos de una vaca y una ternera (posiblemente fetos con extremidades extras o dos cabezas), un cuadro con un paño, un vampiro y dos crías.
En la compra de especímenes de Historia Natural se invirtió la suma de $ 405 (14,3 %), en alcanfor crudo un total de 1050,6 (37,1%); barniz ,etc. $ 211,6 (7,50%), para liquor preservativo de Smith y aguardiente para las colecciones: $223 (7,89%); hilo de Bramonte, papel, plumas y tinta, etc.: $ 143 ( 5,06%); compostura de faroles y otros arreglos :$ 125 (4,42%); traslados desde la Fortaleza y el Colegio de efectos y maquinaria de Física: $ 50 (1,77$); algunos plumeros, escobas y velas para iluminación del Museo en especial durante las fiestas patrias del 25 de Mayo, 9 de Julio, San Martín de Tours (en Noviembre) y 31 de Diciembre y 1º de Enero: $ 445,6 (15,77%), otros: $951,0(3.67 %) y restó un sobrante a Junio 1851 de$ 71,4 (2,52%).

Lista de las compras de especímenes y de insumos para el Museo Público (1842-1851) efectuados por el encargado Antonio Demarchi (Se respeta la ortografía original).

En $ pesos m. c.
Pájaros europeos
1ª. compra (3) 30
2ª. compra (3) 25
3ª. compra (3) 25
4ª. compra (1) 25
5ª. compra (2) 25
6ª. compra (2) 25

Especímenes para la colección y/o exhibición
Madrépora + cáscara de tortuga 75
Espada de un pez espada + 
Conchas de moluscos (2) 15
Mono montado con ojos artificiales 35
Fenómeno de ternera en frasco 70
Cuadro con vidrio para paño 65
Vampiro (1) e hijos (2) 30
Fenómeno de una vaca 20
Sobrante a Junio 1851 $ 71,40

Alcanfor
1 libra 25
1 libra 25
2 libras 50
1 libra 30
1 libra 25
1 libra 30
1 libra 30
½ libra 11
2 libras 50
2 libras 50
1 libra 19
2 libras 90
2 libras 75
4 libras 100
3/4 de alcanfor crudo 19
4 libras alcanfor crudo 80
6 libras de alcanfor crudo 90
10 libras de alcanfor crudo+ 3 botellas de liquor pres. Smith+2 libras
1 libra de alcanfor + 1 bot. Smith 40
Cera virgen+ l libra de esponjas 175
1 macilla colorada 3
21/4 l de Varniz fina 33.6

Líquido fijador para especimenes y taxidermia
Botella de liquor preservativo Smith 30
Idem para las polillas 16
Idem para las polillas 50
10 varas de platilla 20
Aguardiente 40
5 frascos de aguardiente fuerte 32
1 botella de liquor de Smith 20
Ojos de cristal para las aves embalsamadas 15

Hilo de bramonte
6 varas 10
11 varas 16
9 varas 10

Alambre (101 varas) para montar pájaros 25

Material de escritura
Papel, plumas y tinta 16
Papel oficio 20

Arreglos
Compostura del cajón de la momia 25
Compostura de seis farroles 15
Vidrio (1) 10
Compostura de seis farroles 25
Compostura de 3 farroles 10
Compostura de una cerradura 20
Compostura de 4 farroles 20

Traslados de efectos
De la Fortaleza al museo 25
Maquinaria de Física del Colegio al Museo 20

Insumos de limpieza e iluminación
Plumeros (2) 30
5 libras de velas +1 hilo+ 1 escoba 12
4 lib. de velas (fiestas de mayo) 15
Velas para San Martín 6
Pinceles (2) esponja (1) 14
4 libras de velas 6
Velas para fiestas de mayo 5
Velas para ilum. 9 de julio 5
Velas y fósforos 19
Velas para fiestas de mayo 10
Velas para San Martín 7.4
Velas ilum. el 31/12 y 1/1 8
Velas ilum. fiestas de mayo 8
Velas ilum. 9 de julio 7
Velas fiestas de San Martín 8
Velas ilum. el 31/12 y 1/1 8
Velas 7
Velas fiestas de San Martin 8
12 libras de alcanfor crudo 96
Plumeros (2) 59
10 libras de velas 20
Pinceles (2) y escobilla (1) 25
Velas ilum. 13
Velas fiestas del 27 y 28 Feb 8
Compostura de 4 farroles 16
Velas para fiestas de mayo 8
Velas para 10- 11 de noviembre 6
Velas para ilum. 1/1 4
Velas para fiestas de mayo 5,2




Tapa del cuaderno de ingresos y gastos del Museo (1842-1851) posee el mismo logo que el de Copia de notas (Caparazón de tortuga y aves en la parte superior)



domingo, 23 de diciembre de 2012

La botica frente al convento de Santo Domingo, el inicio de un emporio farmacéutico de la familia Demarchi.

Hugo P. Castello, 2012.  MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".

En 1830 Suiza era un país pobre y muchos de sus ciudadanos emigraban en búsqueda de trabajo y de tierras para cultivar. Antes del siglo XIX, la emigración de los valles suizos era estacional o anual, y fundamentalmente hacia las ciudades de Suiza o de Italia, pero también emigraban a Francia, Inglaterra, Alemania, Austria, Polonia y Rusia.
En el siglo XIX la migración permanente comenzó a dirigirse hacia Norte América y Sur América.(Solamente en 1830 se emitieron 12000 pasaportes).
Hacia 1830 llegó a Buenos Aires Silvestre Demarchi, acompañado por su esposa Serafina Trezzini y sus hijos Marcos, Demetrio, y Antonio. Todos ellos habían nacido en el cantón de habla italiana Tesino (Ticino, Suiza). En tanto los inmigrantes suizos se establecieron en el campo y vinieron de cantones de habla alemana o mixta, como Friburgo y Valais, los habitantes del Tesino decidieron habitar las ciudades, por lo que nadaron un poco en la gran corriente inmigratoria italiana. La mayoría de los suizos residentes en Buenos Aires a mediados del siglo XIX eran oriundos del Ticino. Los inmigrantes suizos que permanecieron en la Ciudad ejercieron varios oficios y profesiones: obreros de la construcción, artesanos, comerciantes, industriales, periodistas, maestros, científicos y educadores. Las condiciones de vida para los ticinenses y otras nacionalidades fueron difícles durante todo el siglo XIX, y en especial por la inestabilidad política y las guerras civiles durante las primeras cinco décadas, y durante la segunda mitad del siglo debido a las epidemias de fiebre amarilla (1852, 1858, 1870 y 1871) y de cólera (1867- 1868, 1886-1887 y en 1894-1895), y la depreciación monetaria.

El retrato al óleo de Antonio Demarchi fue donado al museo el 8/8/1937 por la Sra. María Luisa Demarchi de Gallardo, siendo éste una pieza de alto valor artístico e histórico, ya que constituye el único conocido de quien fuera el segundo Encargado del Museo (1842-1853). En la nota la donante, como disculpando a su antecesor, hace referencia a “una pequeñísima partida que el gobierno asignaba para gastos de conservación” y continua mencionando que “los otros nietos del Sr. Demarchi han donado también al Museo en esta ocasión una libreta en que aquel apuntaba los insignificantes gastos, mensualmente y cuya existencia se ignoraba. Como se ve por éstos y otros antecedentes ,las funciones del Sr. Demarchi fueron más bien de vigilancia y probablemente honararias, pero su nombre merece ser recordado, como ya lo había hecho el ex director, Dr. Ángel Gallardo…. Es el Prof. Doello Jurado quien solicita autorización al Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Dr. Jorge de La Torre para colocar el retrato en la Sala de Dirección del Museo. En la actualidad el mismo se halla expuesto en la Sala de Reuniones, anexa al cuarto de la Dirección. del MACN.

La familia DemarchiEl patriarca de la familia, Silvestre (1792-1851) haba seguido la carrera notarial y ejerció su profesión de escribano en el Ticino desde1815 a 1826. Desempeñó también el cargo de Canciller del Consulado General de Cerdeña en Buenos Aires. Durante 1848-1849 tuvo lugar la primera guerra italiana de la independencia, el reino de Cerdeña aliado con otros estados italianos contra Austria. Durante ese período fue nombrado Regente. Poco tiempo después volvió a su patria y falleció en 1851
Fue el dueño principal de la botica instalada frente al convento de Santo Domingo, en la calle Defensa 185, que le compró al boticario Carlos Ferrari, cuando éste decidió retornar a Italia en 1842. En pocos años se había convertido en un suizo pujante y visionario que le dio posteriormente un gran impulso a la firma, Demarchi incorporándole, además, una sección droguería al por mayor y un laboratorio. fueron, por último, sus herederos quienes, hacia fines de siglo, resolvierán mudar La Estrella -farmacia y droguería- a la esquina de Alsina y Defensa.

Marcos al igual que el resto de su familia se dedicó a la botica y posteriormente droguería, pero además fue socio de la Casa Bagley, socio fundador de la Sociedad Farmacéutica y Bioquímica Argentina, de la Sociedad Filantrópica Suiza y desempeñó la presidencia del Banco de Italia y Río de la Plata (1873/74). Se casó con la Srta. Maria Crohare y con ella tuvo un hijo: Antonio Oscar Demarchi Crohare (1875-1934).

Demetrio, Profesor en Farmacia, además de dedicarse a la botica y droguería, fue director Interino del Museo durante un año y medio en reemplazo de su hermano Antonio, cuando éste viajó a Suiza. (Ver Los boticarios encargados del Museo Público

Antonio, nació en el Ticino en 1819 y falleció en Lugano (Suiza) en 1879. Cuando llegó a Buenos Aires tenía aproximadamente doce años de edad. Parte de las dos primeras décadas de su estadía en el Plata transcurrieron durante el gobierno de Juan de Manuel de Rosas (1829-1832 y 1835-1852).Antonio estuvo a cargo del Museo en el período 1842-1853 y una vez dejado el puesto se casó (se desconoce la fecha exacta), con una hija del caudillo Federal Juan Facundo Quiroga Argañaraz (1788-1835), doña Mercedes Quiroga Fernández (1827 - 1868) y con ella tuvo un varón al que bautizaron como Alfredo Silvestre Facundo Demarchi Quiroga (1857 - 1937). Al ser asesinado el 18 de Febrero de 1835 en Barranca Yaco el cadaver del caudillo federal había permanecido en la Catedral de Córdoba, siendo posteriormente trasladado a la iglesia “San Francisco” en Flores y posteriormente trasladado a un mausoleo propiedad de Facundo Quiroga (actualmente a cargo de la familia Demarchi) en La Recoleta.

Juan Manuel de Rosas (1833) , según Parish, 1851










Gral. General Facundo Quiroga poco antes de su muerte, óleo del pintor suizo Bacle, Museo de Luján






Para demostrar el impacto emotivo que tuvo en su esposa Mercedes, hija del asesinado Quiroga, Antonio Demarchi, su yerno, encargó al escultor italiano Tantardini la estatua de un virgen a la que bautizó “La Dolorosa” y que erigió frente a la tumba de Quiroga en el cementerio Del Norte o La Recoleta.
Según Luis Demarchi, sexta generación de la familia Demarchi, radicado en Montevideo, los restos de Quiroga estuvieron ocultos y explica en un reportaje que Mi tatarabuelo suizo, Antonio Demarchi -casado con Mercedes Quiroga, la hija de Facundo-, en una maniobra de mucha celeridad decidió esconder su cadáver para preservarlo de los enemigos de Rosas”, cuenta a LA NACION, desde Uruguay, Luis Demarchi, sexta generación de los descendientes de Quiroga. “En 1877 se lo escondió detrás de una pared que mandó a construir y la única forma en que cabía el féretro era de manera vertical”, añade. ¿Por qué se ocultaron durante más de un siglo los restos del caudillo riojano y por qué su nombre no figura en ningún registro del cementerio? De acuerdo con el testimonio de la familia, en 1877, al morir Juan Manuel de Rosas en Southampton, Inglaterra, un grupo de seguidores del restaurador organizó una misa en su memoria en Buenos Aires. El gobierno nacional se opuso a semejantes honores y se exacerbaron los ánimos de los descendientes de las víctimas “del tirano Rosas”. Ante el intento de homenaje, otro grupo marchó al cementerio del Norte (hoy Recoleta) para mancillar los símbolos federales, entre los que se encontraba la tumba de Quiroga. “Con un caballo, un grupo enardecido enlazó la Virgen La Dolorosa, la imagen de carrara traída desde Milán y realizada por el escultor Antonio Tantardini, que preside el túmulo de la cripta, y trató de derribarla. Ante el temor de que ultrajaran sus restos, mi tatarabuelo procedió a esconderlo y evitó que su nombre aparezca en los registros”, cuenta Demarchi. “Siempre supimos que Quiroga estaba ahí, pero desconocíamos detrás de cuál de las paredes estaba escondido”, aclara.






La Dolorosa frente al mausoleo donde descnsan los restos de Facundo Quirogha, en La Recoleta encargada al escultor Tantardini para representar el dolor que experimentó su esposa, doña Mercedes Quiroga Fernández, a raiz de la muerte de su padre, Facundo Quiroga, en Barranca Yaco (1835).

En esa posición permaneció el cajón hasta que recientemente con la ayuda de un georadar de la Comisión Nacional de Energia Atómica fue descubierto en diciembre del 2004. Según el arqueólogo urbano Schavelzón, la pared de ladrillos construida en la bóveda de Quiroga, es reciente, probablemente de la década de 1930. (La Nación, 2005;Schávelzón, y Frazzi, 2010). Aparentemente Antonio Demarchi era un fervoroso rosista o federal. Sus escritos en el libro  de copia de notas acompañando el ingreso de piezas del museo y enviadas a las autoridades de gobierno revelan una forma de pensar muy particular y un estilo que no condice con el director de un museo nacional, y que nos hacen pensar que era un abierto partidario del General Rosas y que explicaría, en parte por qué, durante ese período, ocupó el cargo de Director o Encargado del Museo. Sirva como ejemplo la primera anotación en el cuaderno de copia de notas del Museo: “…acusando recibo de la copia de la clasificación del soldado José Bracho, que tuvo tan gloriosa parte en la muerte del salvaje unitario, asesino de Lavalle y la tercerola con la que la ejecutó……”.
Por otro lado, Antonio tuvo una activa vida social e industrial en otros campos.. Por ejemplo estableció una fábrica de instrumentos musicales y un negocio del mismo ramo en la calle Florida, muy acreditado en la época. La firma “Antonio Demarchi y Cia.” publicó además la revista musical “El Arte” a partir de 1884, en una tipografía y litografía musical propia.
A instancias suyas se había creado durante la época de Rosas en 1834, el primer consulado helvético en el país, que tuvo a su cargo por largos años.

La Sociedad Filantrópica Suiza
Buenos Aires fue la puerta de entrada para los suizos que emigraban a las estados del Plata  Fue el consul honorario de la Confederación Helvética, Don Antonio Demarchi, quien por su propia iniciativa en 1861, convocó a sus compatriotas a fundar la La Sociedad Filantrópica Suiza, para asistir a los menos afortunados entre los suizos de su distrito consular.
Se convirtió asi junto con sus primeros 190 adherentes, no sólo en un centro de beneficencia, sino también en el centro de la vida social para la colectividad y fomentó la inmigración suiza a la Argentina

Hospital Italiano
Fue  uno de los fundadores del Hospital Italiano de Buenos Aires. Muerta su esposa en 1868, Demarchi regresó con su madre, una hermana y todos sus hijos, a cuya educación deseaba atender. Conservó sin embargo en Argentina la droguería y muchas propiedades, para cuya atención sus descendientes transcurrirían largas temporadas en el país

El inicio de un emporio económi
Una vez terminada en 1853 su poco visible actuación como encargado del Museo Publico, Antonio Demarchi comenzó una intensa actividad comercial que fue continuada por sus sucesores . La Compañia farmacéutica y Drogueria Demarchi, Parodi & Co. fue, tanto en Buenos Aires como en Montevideo, la principal firma comercial de drogas en el Plata durante décadas y sentó las bases de una fortuna creciente, que se extendió hasta la década de 1930 en Buenos Aires. Los Demarchi, además de figurar entre los fundadores y principales accionistas del Banco de Italia y Río de la Plata (BIRP), tenían participación en la industria textil y química, en compañías de seguros, inmobiliarias y de transporte y en el sector agropecuario. Su hermano Marcos Demarchi había sido presidente del BIRP en 1873-74, y su sobrino Alfredo director de1884 a 1901.
Los Demarchi (De Marchi) con el pasar de las décadas, junto con los Bernasconi, Chiesa, Matti, Pellegrini, Quadri y Soldati habrian de jugar un rol importante en la vida económica y mismo política de la Argentina..

El primer consulado suizo
El primer Cónsul suizo designado en Buenos Aires fue el Sr. Rudolf Sprüngli, originario del cantón San Gallen, que llegó al Río de la Plata en 1834. Regresó a Suiza en 1846. El Consejo Federal dispuso en 1856 la creación de un Consulado en Buenos Aires, con jurisdicción además en la Provincia de Buenos Aires, Paraguay y Uruguay, nombrando a su titular, Antonio Demarchi, originario del Tesino, recién en 1858. En 1860, reunificada la República, amplió su jurisdicción a todo el territorio nacional.

 Bibliografía
Anónimo, 2005. Hallan los restos de Facundo Quiroga ocultos en una bóveda de la Recoleta. La Nación: 13 de febrero de 2005. .
Carbonetti, A. 2009.  2009. Los caminos del Cólera em Argentina en la segunda mitad del Siglo XIX..www.alapop.org/2009/images/...PDF/ALAP_2008_FINAL_360.pdf.
Lascano Gonzalez, A. 1966. El Museo de Ciencias Naturales de Buenos Aires.Historia .Ediciones Culturales Argentinas. Secretaria de Estado de Cultura, Buenos Aires: 135 pags.
Schávelzon, D. y P. Frazzi. 2010. Las muertes de un caudillo. La tumba de Facundo Quiroga, Olmo Ediciones, Bs.As. 110 pags.