miércoles, 30 de enero de 2013

La casa en la que vivió Muñiz en Jáuregui, Pcia. de Bs. As.y la Carta de Darwin a Muñiz.

Hugo P. Castello, 2013.  MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".

                                                 Retrato del joven Francisco Javier Muñiz 

Durante los 20 años en que el Dr. Fracisco Javier Muñiz vivió en  Lujan como médico cirujano del Ejercito Nacional excavó y estudió fósiles de las riberas del río Luján. Hasta ahora se desconocía con exactitud dónde era que había residido, sin embargo según consta en el AHMACN, Muñiz habría sido propietario de una hermosa vivienda, la actual “Casa Santa Elena” y de los campos linderos en la localidad de Jáuregui, cerca de la villa de Luján, y no muy lejos del emplazamiento de la antigua algodonera Flandria.
En dichos campos Muñiz habría  críado ganado vacuno y caballar.
En 1928 Julio Steverlynck (1895-1975), un empresario belga radicado en el país  decide trasladar desde Valentín Alsina una empresa textil “Algodonera Flandria” al pequeño pueblo rural de Jáuregui, en donde había comprado un molino abandonado a orillas del Río Luján.  Steverlynck adquiere también los terrenos cercanos al río Luján y entre ellos la “Casa Santa Elena”. 
Existe en el Archivo Histórico del MACN un croquis de los terrenos, donde se marca la ubicación de la Casa Santa Elena, con la inscripción manuscrita "Muñiz”.en dicho croquis también en una curva del río Luján, hay una anotación :”Mylodon”,  y una serie de fotos aéreas, obtenidas en  Diciembre 1940. seguramente suministradas por Steverlynck al director Prof.  Martín Doello Jurado.
Entre ellas también hay una foto de dos personas exhibiendo fósiles de mamíferos pampeanos, seguramente extraídos de las riberas del río Luján.
En la actualidad los propietarios de la estancia Santa Elena, parecieran desconocer que en dichos predios vivió dos décadas muy fructíferas de su vida el primer naturalista y científico de la Argentina 

 

Curiosamente la dirección postal de la empresa actual  Estancia Santa Elena” dedicada a eventos sociales es: Dr. Muñiz Nº 720, Jáuregui (Villa Flandria), Partido de Luján, Provincia de Buenos Aires. Reproducimos el mapa de dicha página Web para mayor aclaración.







Croquis de la ubicación de la "Casa Santa Elena" donde habitó Muñiz  entre 1828 y 1848, en los campos de Jáuregui, muy cercanos al río Luján.(AHMACN)
 









Vista aérea de la Algodonera Flandria (Diciembre de 1940, Foto AHMACN ) .





El Río Luján y el puente sobre el río, enfrente de la Algodonera Flandria,(XII,1940, Foto AHMACN).


 Los campos de Jaúregui en vista aérea cercanos a la Algodonera Flandria. (XII 1940, AHMACN).



   La "Casa Santa Elena" en vista aérea  (Diciembre 1940,AHMACN).
Arriba, al centro y derecha el bosque que rodea a la Casa Santa Elena; al centro y arriba la Algondonera Flandria  (XII 1940, AHMACN)..

 







 
El frente de la Casa Santa Elena y los propietarios con unos fósiles de mamíferos frente a un galpón del establecimiento,(XII,1940, AHMACN).

Los manuscritos de Francisco Javier Muñiz: un curioso periplo hacia el Archivo del MACN.

Hugo P. Castello, 2013.  MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".

El Dr. Muñiz, como es sabido, además de cirujano del Ejercito Nacional, fue uno de los primeros naturalistas y paleontólogos argentinos, que a su muerte acaecida en Buenos Aires durante la epidemia de fiebre amarilla  en  1871, dejó en manos de su familia numerosos manuscritos, algunos de los cuales fueron publicados por Sarmiento y otros no. 
El Dr. Alcides  Alejo Vignati recibe los manuscritos en préstamos en 1924 y publica ”Noticia sobre las islas del Paraná” 1925, y posterioormente “El vocabulario rioplatense”  en 1931. Además de Vignati quien también tuvo acceso a esos manuscritos  fue el Dr. Angel Gallardo en Octubre de 1933.
La lista de manuscritos y publicaciones de Muñiz que existen en la actualidad en el Archivo del Museo Argentino de Ciencias Naturales “B. Rivadavia” incluye:


1) Noticia histórica y brevemente conmemorativa de sucesos importantes relativos al ejército argentino eb la campaña de 1826 y 1827. (6 páginas).
2) Nota sobre las ventajas que reportarían al gobierno argentino la ocupación de la provincia de Mato Groso -dos folios, uno en blanco.
3) Ñata oxen. Contestación a las 7 cuestiones que en consulta se ha servido dirigir al infrascrito el señor don Enrique Lumb sobre la vaca ñata. (Catorce (14) folios).
 El Ñandù o Avestruz americano.  1869. “El Americano”, año I, número 3.
4) El Ñandú o Avestruz americano. (Treintitres (sic)  (33) folios (Legajo Nº 7), mas un número impreso de “El Americano”, año I, número 3. (Legajo Nº 4).
5) Asociación de Amigos de la Historia Natural del Plata (Un  (1) folio) (Legajo Nº 5),  mas 1 ejemplar impreso de “Los Debates” (30/12/1857)., m. n.,dos folios, uno en blanco.
6) Descripción de un Terremoto en La Pampa. (m. n. un (1) folio), mas un ejemplar impreso de “La Gaceta Mercantil” (26/2/1846), cuyo título es; “El terremoto de 1845, descripción del fenómeno y teoría relativa”.
7) Estudio topográfico y médico del Depto. del Centro de la Provincia de Bs. Aires (Diez (10) folios).Otro título de este texto sería: “Apuntes topográficos del territorio y adyacencias del Departamento del Centro de la provincia de Buenos Aires, con algunas referencias a los demás de su campaña”, sin datos, ed. 1847 11 folios (11).
8) Descripción abreviada de la extracción y regeneración del húmero necrosiado, escrita a petición del Dr. Eugenio Morris de Londres. (seis (6) folios) (Lejajo Nº 8),  mas  ejemplar de “La Gaceta Mercantil” (16/1/1847).
9) Sobre la etherización y cloroformo (Diez (11) folios, uno en blanco) (Legajo Nº 8) (Manuscrito dirigido al Dr. D. Mariano Lozano, Villa de Luján (20/6/1848).
10) Tratamiento y curación de la tiña (Catorce (14) folios). (Legajo Nº 20).
11) Tribunal de Medicina sobre la vacuna.Un ejemplar impreso de la Gaceta Mercantil..(8/10/1844).
11) Consideraciones morales y filosóficas sobre la mujer. (Un ejemplar de"La Gaceta Mercantil”.
12) Noticia sobre las islas del Paraná (Cuatro (4) folios,uno en blanco ). Sin datos probablemente, ed. 1822.
13) Apuntes sobre un vocabulario americano (Doce (12) folios).
14) Una carta de Carlos Darwin, entre vidrios  (Fecha: 26/2/1847).
Tapa de la publicación del manuscrito de Muñiz publicado por Vignati sobre las Islas del Paraná,  año 1925
15) Un ejemplar de la Noticia sobre Las Islas del Paraná, con introducción y notas de Milcìades Vignati, Publ. Inst. Inv. Geográficas, Fac. Filosofía y Letras, No.. 9, 1925: 30 pp., Bs.As. :(donación de Vignatti).
16) Un ejemplar del Vocabulario rioplatense de Francisco Javier Muñiz, Azul, 1931, publicado por Milciades Alejo Vignati (Donación de Vignati).

17) El vocabulario rioplatense de Francisco Javier Muñiz, con notas, por Milcìades Alejo Vignati (Donación de Vignati).
18) Relación de los minerales y de varias de sus combinaciones  que he donado (Muñiz) a la Asociación de Amigos de la Historia Natural del Plata (Legajo Nº 5)..

Nota : además existían siete (7) fojas de notas, cartas, inventarios, recibos, etc. labrados en diversas circunstancias por socios de la Sociedad Argentina de Ciencias Naturales (no hallados por H.P.C.).

Sólo algunos de los Manuscritos de Muñiz fueron publicados por Sarmiento

No todos los manuscritos de Muñiz fueron publicados por Sarmiento en el libro “Escritos Científicos de Francisco Javier Muñiz” del cual han existido numerosas ediciones.
En la edición de 1916 de “La Cultura Argentina” (Buenos Aires, 279 Pág.) de todos estos manuscritos bajo el nombre de “Apuntes topográficos” se publicó el manuscrito Nº 7 en el Capitulo I.
Bajo el nombre de “La Vacuna indígena” Sarmiento publica como Capítulo II un opúsculo de Muñiz sobre la escarlatina. En realidad Sarmiento lo que hace es transcribir el intercambio epistolar entre Muñiz y el Médico Director de la real Sociedad Jenneriana e institución e la vacuna de Londres, don Juan Epps:73-80, edición de 1916).
Con el título de “El ñandú o avestruz americano” publicó  el Capítulo III, siendo este texto el más extenso, el cual corresponde al manuscrito Nº 4, publicado anteriormente por Muñiz en varios números sucesivos de “La Gaceta Mercantil” y “El Americano”.
Respetando la denominación originaria de “Nata oxen “(Capítulo IV)  del autor publica el manuscrito Nº 3 de la vaca ñata.
En el Capítulo V, Sarmiento escribe comentarios sobre los fósiles descubiertos por Muñiz bajo la denominación de “Paleontología argentina  y reproduce además el texto de la carta que Charles Darwin le enviara a Muñiz, que lleva el Nº 14 del listado previo.
El Capítulo VI denominado “El terremoto de 1845 que se refiere al manuscrito con el  nº 6 del listado, ocurrido el 19 /10/1845,  en la campiña bonaerense (no se refiere a la Pcia. de La Pampa).
En el apéndice de esta edición hace referencia a un volumen editado por D. F. Sarmiento, de 358 páginas impreso por k.o. bajo el nombre "Vida y escritos del Coronel D. Francisco Javier Muñiz “publicado en 1885 por la casa editora Lago auné.
 

Escritos Científicos de Muñiz recopilados por D. F. Sarmiento, edición de 1916 ,ed. La Cultura Argentina.

Existe también otra edición: Escritos científicos, 1916 Ed. La Cultura Argentina: 279 pp., Buenos Aires. 

jueves, 24 de enero de 2013

El intento fallido de Muñiz de vender un ejemplar completo de tigre diente de sable a Charles Darwin .

Hugo P. Castello, 2013.  MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".

¿Cómo se hace para vender un esqueleto de tigre diente de sable?
 Esta fue la pregunta que el naturalista argentino Francisco Javier Muñiz le hizo a Charles Darwin en una carta enviada el 30 de agosto de 1846, que lamentablemente está extraviada.
Casi un año antes, en las páginas de la Gaceta Mercantil, Muñiz (1845) había publicado una descripción detallada de un esqueleto casi completo de tigre diente de sable. 
El título del artículo era proclamado como el "Muni-felis bonaerensis", y Muñiz creía que la criatura no se parecía a ningún otro mamífero fósil que se encontrara en América del Su con anterioridad. "Yo soy el primero”, escribe  Muñiz, en el relato que hace a continuación, "en recomendar la atención de los sabios dedicados al examen del esqueleto  de los  (animales) que fueron testigos y  víctimas de catástrofes terribles y devastadoras."
Muñiz no estaba en lo cierto respecto de la singularidad de su descubrimiento –ya que unos trozos de tigre diente de sable de América del Sur, erróneamente atribuidos al género Machairodus habían sido enviados a colecciones europeas en el momento de escribir  su carta a Darwin - pero ninguno era tan completo como el nuevo fósil que Muñiz había hallado y descrito.
 Muñiz tenia la esperanza que Darwin, que en ese entonces en la Argentina era un famoso científico después de sus visitas anteriores en el HMS Beagle, pudiera ayudarlo a encontrar un destino final para su fósil.
De acuerdo con su respuesta parece que el naturalista Inglés no ofreció mucha asistencia a Muñiz .Con fecha 26 de febrero 1847, Darwin escribió:
"Considero que el único plan factible sería la de enviar a algún agente sus fósiles al Reino Unido para poder disponer de ellos. Ninguna sociedad comprará nada por el estilo sin tener la posibilidad de  inspeccionar el fósil, y la mayoría de las sociedades sólo reciben donaciones. Su muestra de la Muni-felis debe ser noble, y yo sospecho que va a llegar a ser un Machairodus, de los cuales hay algunos fragmentos procedentes de las pampas en el Museo Británico Voy a tratar de obtener una traducción de su artículo para publicarlo en  alguna revista científica". La traducción nunca fue publicada en inglés.
Esto no quiere decir que Darwin no lo intentó. Dos semanas antes había escrito a Richard Owen, el irascible, pero influyente anatomista, con la esperanza de que el  Colegio de Cirujanos (College of Surgeons) pudiera adquirir el tigre diente de sable al menos, cubrir los gastos necesarios para que Muñiz enviara los restos fósiles. "Si S. Muñiz se anima," Darwin acicateó ", probablemente enviará otras cosas", estableciendo una conexión valiosa entre los académicos ingleses y un prometedor naturalista trabajando en un campo tan lejano.
Pero nada ocurrió. Aunque Darwin envió una traducción de la descripción original de Muñiz a Owen, nunca  la publicación vio la luz. Tampoco Owen o cualquier otra persona estuvo dispuesta a pagar por el "Muni-felis." El esqueleto fue efectivamente olvidado, al menos, hasta que el zoólogo alemán Hermann Burmeister se trasladó a Argentina dos décadas más tarde y se encontró con Muñiz. Haciéndose cargo del desorganizado Museo Público en Buenos Aires, Hermann negoció mas tarde para comprar la descuidada muestra, que se describe bajo el nombre de "Machaerodus neogaeus" en 1866.
Poco se ha dicho de este gran gato desde el momento en  Hermann Burmeister actualizara la obra original de Muñiz. 

Adriana Novoa en su reciente libro junto con  Alex Levine “Del Hombre al Mono” - de la que se extrajo el relato anterior - desenterró la historia de este fósil históricamente significativo, y ahora sabemos que era sólo uno de los primeros hallazgos de especies de tigre diente de sable, que una vez acecharon los pastizales del Pleistoceno de América del Sur.

Bibliografía
Muñiz, F. J. 1845. The Muñi-Felis bonaerensis. La Gaceta Mercantil, 10 de Julio 1845 ,Pág.1-2.

Nota
(1) Según obra en los Archivos Históricos del MACN la compra de los restos fósiles del “tigre diente de sable” descripto por Muñiz fue bastante compleja pero al final  se pudo completar con el pago de 30.000 pesos que le hiciera a Muñiz el Sr. William Wheelright un rico empresario asociado al ferrocarril.,

En el año 1865 figuran en el AHMACN los siguientes documentos  referidos al tigre diente de sable de Muñiz:
o) Burmeister a P. Cárdenas. Informa que el Dr. F. J. Muñiz dispone de un esqueleto fósil que desea vender por el monto de 30.000 p.m.c .(14/6/1865) (AHMACN No. 91).
p) P. Cárdenas a Burmeister. Informa que el gobierno decide abonar la suma de 2000 p.m.c. para contribuir  a la compra del mismo (23/6/1865) (AHMACN No. 95).como contribución a una compra colectiva.
q)  Burmeister a P. Cárdenas. Informa que ante el poco progreso de la propuesta de Muñiz de reunir la suma para la venta del fósil, informa que el empresario del Ferrocarril Central Argentino, Sr. Don William Wheelright ofrece otorgar la suma de 30 mil pesos (28/6/1865) (AHMACN No. 95ª).
s) P .Cárdenas a Burmeister. En relación con la propuesta del Dr. Muñiz para la adquisición del fósil, el gobierno deja sin efecto la resolución anterior de fecha del 22 de junio, el cual decidía abonar la suma de 2000 p.m.c .(11/7/1865) (AHMACN No.101).
y) Burmeister a P. Cardenas. Informa que el Dr .Muñiz ha resuelto vender su fósil al Sr. William Wheelright por la suma de 30 mil pesos con destino al museo. El Director solicita que el Gobierno manifieste su agradecimiento por esta donación  (27/10/1865) (AHMACN No. 110).
z) P. Cárdenas a Burmeister con referencia a la donación de la suma para el pago al Dr. Muñiz, el gobierno le adjunta una nota para el Sr. William Wheelright en la que se le manifiesta el agradecimiento por ese acto patriótico (30/10/1865) (AHMACN No. 111)..

La visita de Charles Darwin al Museo Público de Buenos Aires

Hugo P. Castello, 2013.  MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".
Durante su viaje alrededor del mundo (11831-1836), estando embarcado en la HMS “Beagle”, Charles Darwin pasó en tres oportunidades por Buenos Aires.
La primera visita a Buenos Aires ocurrió en la primera semana de Noviembre de 1832 (1/11 al 9/11), tiempo durante el cual le dice en una carta a su hermana Caroline que “disfrutó mucho esta larga exploración en tierra firme”
La segunda visita tuvo lugar entre el 20 y 26/9/1833 y la tercera entre el 21/10 y 1l 1/11/1833.

Durante su primera estadía anotó en su libreta de campo (notebook) (1) algunas observaciones geológicas y observaciones zoológicas, como por ejemplo: “el estiércol de los “carpinchas” (sic)” tienen olor muy dulce, Pág. 16b”, o comentarios que le hicieron “se dice que hay  cocodrilos (yacarés) & pequeñas tortugas acuáticas, Pág. 2b”, y supersticiones de los locales como “el agua tiene el poder de transformar huesos pequeños en grandes, Pág. 11b”, también escribió algunas ayuda memorias, como por ejemplo, “el Museo abre cada segundo domingo de mes, Pág. 1ª”, refiriéndose al Museo Público de Buenos Aires, el único que existía en la ciudad en aquel momento.
En su Noteboob de Buenos Ayres, Pág.6ª. escribe que el domingo 4 de noviembre de 1832 visitó el Convento de Santo Domingo y se sorprendió ante la igualdad de clases sociales al observar que la “dama española con su brillante chal se arrodilla en la iglesia teniendo a su lado a la sirvienta negra” y aprovecha para visitar al Museo, anexo y anota "Visité el Museo, que es anexo al único convento (que resta en la ciudad) y a pesar de ser estimado como insuperable por los habitantes, es muy pobre”.
Parodiz (1981), agrega que fue recibido en el museo en forma muy civilizada, al referirse al cuidador. Ese mismo día anduvo a caballo por la playa del río. El día 10 de noviembre Darwin partía para Montevideo.
El comentario en su libreta de campo realizado por Darwin respecto a la pobreza de la colección no fue desconocido por los científicos argentinos, pero se adoptaron dos posiciones al respecto:
1) al igual que la página Web donde se presenta una síntesis de la historia del MACN (www.macn.gov.ar), la mayoría prefirió ignora el comentario de Darwin ya que no eran comentarios elogiosos como los de Alcides d´Orbigny o el de Arsenio Isabelle.
2) una minoría, entre ellos el malacólogo  José Parodiz, ex investigador del MACN hasta 1950, prefirió hacer una referencia a la visita, pero evita mencionar el comentario sobre la pobreza de la colección. Sin embargo Parodiz en otra parte de su libro exagera  al escribir que Darwin visitó el Museo varias veces para observar sus fósiles, algo imposible por que en aquel año (1832) no existían fósiles en su colección y no hay pruebas de que haya visitado más de una vez.
Mayor información sobre la estadía de Charles Darwin en Buenos Aires puede leerse en el libro donde se describen las Notebooks de Darwin (Keynes, et al, 2009)...

Bibliografía
Darwin, C.   Buenos Ayres Notebook. 1832. en Keynes, R. D.; Rookmaaker,K., and G. Chancelor, 2009.  Charles Darwin's Notebooks from the Voyage of the Beagle. UK.
Parodiz, J. J., 1981, Darwin the New Wolrd. Leiden, Brill, The Netherlands, 137 pp. Ills (b./w.)

Nota
(1) http://darwin-online.org.uk/content/frameset?itemID=EH1.12&viewtype=text&pageseq=1

Darwin y Muñiz interesados en la vaca ñata

Hugo P. Castello, 2013.  MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azar

Craneo de Vaca ñata a la izquierda comparada con el de una vaca normal. Exhibición del Museo en  el antiguo edificio de Alsina y Perú. Probablemente década de 1930. (AHMACN).


Ya en su primer visita a la  ciudad de Buenos Aires y a Colonia de Sacramento (Noviembre 1832), Charles Darwin tuvo oportunidad de conocer ejemplares vivos de la vaca ñata, una variedad genética de la vaca, que se caracteriza por su hocico mas corto o ñato.
El naturalista británico pudo ver, por primera vez en su vida, ejemplares vivos de vaca ñata (niata oxen) en una estancia lindante al arroyo San Juan, cerca de Colonia del Sacramento, según relata Parodiz (1981) en su libro sobre “Darwin en el Nuevo Mundo” (pag. 57). En sus apuntes de campo,aunque no espec ifica la localidad, Darwin describe como el dia 18 de Noviembre de 1832 tuvo la oportunidad de observar ejemplares de vaca ñata (1).
La libreta de campo de Charles Darwin, conocida como "Buenos Ayres Notebook", una de las numerosas libretas en las que anotó sus observaciones a lo largo del extenso viaje a bordo de la Beagle y alrededor del mundo. El 18 de noviembre de 1832 escribió sus observaciones sobre la vaca ñata.

Contactos de Charles Darwin con Francisco  Javier Muñiz
En el capítulo VIII de su libro “Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo”, publicado en 1839 describe La vaca ñata tiene con los otros vacunos la misma relación que el bulldog con los otros perros. La frente es muy corta y ancha, con el maxilar superior, junto con el plano completo de los dientes molares superiores, curvado hacia arriba. La mandíbula inferior se proyecta por delante de la superior, presentando una curvatura hacia arriba. El labio superior está muy hacia atrás, las fosas nasales están muy arriba y ampliamente abiertas. Los ojos son bien salientes y los cuernos grandes. Cuando caminan, la cabeza, sostenida por un cuello corto, es llevada baja. Los miembros posteriores son más largos que lo usual, en comparación con los anteriores. La dentadura incisiva al descubierto, la cabeza corta y las fosas nasales hacia arriba dan a estos vacunos el más gracioso aire de arrogancia y provocación”.
En otra parte del mismo capítulo, Darwin señala algo muy importante: “La raza tiene existencia propia, y un toro y una vaca ñata producen invariablemente terneros ñatos. El cruzamiento del toro ñato con la vaca común, o viceversa, produce siempre tipos intermedios, pero con los caracteres ñatos muy marcados”.

Estas pormenorizadas descripciones de Darwin sobre el ganado ñato, que en sus obras lo refería como “raza”, son coincidentes con una enfermedad de origen hereditario que, provocada por una mutación genética dominante, es conocida como discondroplasia, es decir un desarrollo anormal de cartílagos y huesos que dan lugar a un crecimiento corporal  desproporcionado y con características de cabeza ancha y corta y marcado prognatismo.
 
 
  
Libro con donde se detalla el contenido de los notebooks de Charles Darwin


Ternero de vaca ñata. Foto enviada a Martín Doello Jurado  por Luis Viana de la localidad de Alberdi, Pcia. de Buenos Aires. (AHMACN No.7520.).

Contactos de F. J. Muñiz con Charles Darwin

Las observaciones realizadas por Muñiz sobre la vaca ñata ganaron la atención de Darwin con el cual inició un intercambio epistolar y a su vez con Richard Owen, en ese entonces su colaborador.
Darwin le plantea  a su amigo Edward Lumb sus dudas de la siguiente manera: “es de interés para mi saber si la vaca ñata resiste la domesticación, cuando expuesta a la influencia de la civilización”.

A mediados de  la década de 1840 Charles Darwin, el Dr. Richard Owen y el Dr. Francisco J. Muñiz habían estado en contacto epistolar mutuo en forma previa por la oferta que había realizado Muñiz de vender el esqueleto completo de un tigre diente de sable que el había excavado  y colectado en las barrancas del río Luján en cercanías de la villa donde  residía como prácticamente médico del Ejército. Lo describió  en la Gaceta Mercantil en 1845 bajo el nombre de Muñi-felis bonaerensis (2).
Darwin interesado en obtener mayor información sobre la vaca ñata  le envió por carta a su amigo Edward Lumb (3) siete preguntas para que Francisco Javier Muñiz le aclarara algunas dudas que tenía. Muñiz preparó una detallada respuesta para el Sr. Lumb cuyo manuscrito  se denomina “Contestación a las sietes cuestiones…” y éstas le fueron enviadas por carta a Darwin.
En febrero de 1847 Charles Darwin le envió una carta  (4, 5) a F. Muñiz que residía en Luján  y hace referencia a la vaca ñata bajo estos términos: "(Ha transcurrido) Algún tiempo desde que Ud. fuera tan amable de enviarme a través del Sr. E. Lumb alguna informacion muy curiosa y para mi muy valiosa con respecto a la vaca niata (ñata) “(Some time since you were so kind as to send me through Mr. E. Lumb (1) some most curious, and to me most valuable, information regarding the Niata oxen). (Ver texto completo en recuadro mas abajo).
Es interesante mencionar que a pesar que algunos autores consideraban que la variedad de vaca ñata estaba extinguida, ésta aun perdura y existen ejemplares en nuestras estancias.


Domingo Faustino Sarmiento admirador y editor de los manuscritos del Dr. F. J. Muñiz

El ex Presidente  Doningo Sarmiento .quien fue un admirador del Dr. Francisco Javier Muñiz se dedicó a recopilar y publicar sus manuscritos científicos. La publicación se denominó Francisco Javier Muñiz Escritos Cientificos. Ciencias Naturales Argentinas. El capítulo IV estuvo dedicado a la Ñata Oxen (Vaca ñata): 219-228. Dichos manuscritos se encuentran en su mayor parte en el Archivo Histórico del MACN.
El referido a la vaca ñata tienen un título extenso y se denominó  Contestación a las sietes cuestiones que en consulta se ha servido dirigir al infraescripto el señor Enrique (Eduardo)  Lumb sobre la vaca ñata”. 

En la misma publicación Sarmiento escribió con respecto al tigre diente de sable: "En efecto, en 1845 publicaba en la Gaceta Mercantil el hallazgo de un nuevo cuadrúpedo fósil: un león antediluviano, más fiero y destructor, más fuerte y temible para los demás animales, encontrado en la gran capa aluvial que próxima a la superficie cubría la provincia y la mayor parte del territorio argentino. Lo bautizaba con su apellido y lo anclaba en la provincia de Buenos Aires. Con este gesto, ajeno a las reglas de la caballerosidad científica, donde muy pocas veces el creador se honraba a sí mismo, surgía  Muñifelis Bonaerensis (sic) . Muñiz, seguro de ser “el primero” en describirlo, ponía a consideración de los “sabios que se dedican al conocimiento de esos irrecusables testigos, víctimas al mismo tiempo, de espantosas y desoladoras catástrofes. Esa certeza procedía de la ausencia de esta especie en la obra del “recomendable Mr. Darwin , después de sus interesantes trabajos sobre las Costas Patagónicas y otros puntos de la República desde 1832 hasta 183.
Muñiz basaba la creación de este género en la forma ganchosa y aguda de los incisivos, indicio de una ferocidad de índole devastadora en grado inconcebible sobre el resto de sus congéneres. La descripción de los caracteres osteológicos del león seguía las convenciones de la anatomía comparada al estilo de Cuvier, empezando por los huesos del cuerpo, planteando similitudes con otros géneros y especies relacionados, para dedicarse luego, con particular detalle, a los caracteres dentarios y trazar tablas comparativas entre las medidas osteológicas de  Muñifelis y Felis, Tigre y León, tomadas de Cuvier. Por analogía, a la pareja creada por el depredador y sus víctimas de otros continentes y otros tiempos, como león/elefante y  Megalonix  /animal fósil de Ohio, Muñiz concluía que su león había perseguido al pesado megaterio, al mastodonte, al caballo, al gran “Tatú” y a otros pacíficos habitantes de estas regiones: aún cuando no fuese dotado de alta estatura ni de gran masa, era ágil, fuerte, sobradamente feroz y astuto. Muñiz cerraba su nota discutiendo sobre el carácter de la fauna americana y anticipando que pronto enviaría una nota sobre el megaterio, ese enorme cuadrúpedo de nuestras pampas que había adquirido justa celebridad zoológica".
 Notas
(1) Copia textual traducida de sus anotaciones en el Notebook Buenos Ayres
18 de noviembre. En dos ocasiones me encontré en esta provincia con algunas vacas de una raza muy curiosa, llamada ñata o Niata. Parecen externamente tener  casi la misma relación con otros tipos de ganado, que los perros tienen con los bull dogs. Su frente es muy corta y ancha, con la punta nasal hacia arriba, y el labio superior muy retraído, su mandíbula inferior se proyecta más allá de la superior y tienen una curva ascendente, por lo que sus dientes están expuestos siempre.
Sus fosas nasales están ubicadas muy arriba y son muy abiertas, y sus ojos se proyectan  hacia fuera. Al caminar llevan la cabeza baja, sobre un cuello corto, y sus patas posteriores son más largas en comparación con las patas delanteras. Sus dientes desnudos, con las cabezas cortas, y las fosas nasales vueltas hacia arriba les dan un aire ridículo  y auto confianza.
 Desde mi regreso, he conseguido un cráneo, gracias a la bondad de mi amigo el capitán Sulivan, RN, que ahora esta se depositada en el Colegio de Cirujanos.
Don F. Muñiz, de Luján, ha tenido a bien recoger para mí toda la información que podía respeto de  esta raza.
De ésta cuenta, parece que hace unos ochenta o noventa años atrás, eran poco frecuentes y se mantenían como curiosidades de Buenos Aires. Universalmente se cree que la raza se originó entre los indios hacia el sur de la Plata, y que fue con ellos el tipo más común. Incluso hoy en día, las vacas criadas en las provincias cercanas a la Plata muestran su origen menos civilizado, son  más feroces que el ganado común, y la vaca suele abandonar fácilmente a su primer becerro, si visitada con demasiada frecuencia o es molestada. Es un hecho singular que una variedad casi similar a la raza Niata, según me informa el doctor Falconer, que existió un gran rumiante extinguido de la India, el Sivatherium. Un toro y una vaca niata invariablemente producen terneros Niatos. Un toro Niato con una vaca común, o el cruce inverso, produce descendencia que tiene un carácter intermedio, pero con características fuertes de Niata: de acuerdo con el señor Muñiz, existe la evidencia muy clara, que contrariamente a la creencia común de los agricultores en casos análogos, que la vaca Niata cuando se cruzó con un toro común transmite sus peculiaridades más fuerte que cuando el toro Niata se cruzan con una vaca común. Cuando el pasto es medianamente largo, la alimentación de ganado Niato se hace con la lengua y el paladar, así como el ganado común, pero durante las grandes sequías, cuando tantos animales perecen, la raza Niata se encuentra bajo una gran desventaja, y sería exterminada si no se le presta especial cuidado que, para el ganado común, como los caballos, son capaces sólo para mantener con vida, ramonean o podan  con los labios en las ramas de los árboles y cañas, lo que niatas no lo pueden hacer tan bien  , ya que sus labios no se unen, y por lo tanto perecen antes de que los animales comunes. Esto me parece un buen ejemplo de lo poco que somos capaces de juzgar por los hábitos comunes de la vida, en qué circunstancias, que sólo ocurren a largos intervalos, como puede ser determinada la rareza o la extinción de una especie.
(2) Muñiz, F. J. 1845. The Muñi-Felis bonaerensis. La Gaceta Mercantil, 10 de Julio 1845 ,Pág.1-2.
(3)  Edward Lumb, fue un comerciante británico que sirvió de anfitrión a Darwin durante su viaje a bordo de la Beagle  en su primera estadía en Buenos Aires (2-9/11/1832).
(4) Se guarda en el Archivo Histórico del MACN, datada el 26 de febrero de 1847.
(5) Texto de la carta enviada por Charles Darwin a F. Muñiz, Luján, 26/2/1847.
Down, Farnborough, Kent,

February 26, 1847.
 
DR. F. J. MUNIZ, Buenos Aires.

RESPECTED SIR,

Your letter of August 30, with the papers which you were so good as to send me, reached me only a short time since, owing to the protracted illness and absence from London of Mr. Morris, through whom they were sent. I have lately heard from Mr. Morris that you wish to dispose of your fossil remains on some pecuniary arrangement, which I did not fully understand from your own letter to me. I have given Mr. Morris my opinion on this head, so will not here repeat it; but will only say that I conceive the only feasible plan would be to send your fossils here to some agent to dispose of them. No society will purchase anything of the kind without having them inspected, and most societies only receive presents. Your specimen of the Muñi-felis must be a noble one; I suspect it will turn out to be a Machairodus, of which there are some fragments in the British Museum from the Pampas. I will endeavour to get your paper translated and inserted in some scientific periodical. Your account of the earthquake in the Pampas has surprised me; I never heard of one in any part further east of the Cordillera than at Cordoba. If you will inform me whether you read English I shall be happy to send you a copy (if you will point out some channel) of my “Geological Observations on South America,” lately published; I do not think it worth sending them without knowing whether you read English, which I fear is not probable. Your pamphlet on the scarlet fever I will present to the Royal College of Surgeons. I cannot adequately say how much I admire your continued zeal, situated as you are without means of pursuing your scientific studies and without people to sympathise with you, for the advancement of natural history; I trust that the pleasure of your pursuits affords you some reward for your exertions. Some time since you were so kind as to send me through Mr. E. Lumb some most curious, and to me most valuable, information regarding the Niata oxen. I should be deeply obliged by any further facts about any of the domestic animals of La Plata; on the origin of any “breed” of poultry, pigs, dogs, cattle, etc. I should be much interested by a brief description of the habits and appearance of the pigs, dogs, etc., which have run wild, and especially on the habits of these wild breeds, when their young are caught and reared. Will a puppy of one of the run-wild dogs, if brought up carefully, be as tame as a common dog? Any information on all such points would be of real service to me; and my address, should you find time to write to me, will always be that at the head of this letter. I most sincerely wish you all success in your admirable labours, and if at any time I can be of any service, I shall be happy to be so; but I am sorry to say I am not connected with any mercantile establishment and cannot recommend agents, etc., etc. With much respect, I beg to remain, Sir, | Your obliged and obedient servant, 
CHARLES DARWIN.

P.S.—I omitted to state that Prof. Owen has heard that a collection of bones from Buenos Aires some time since arrived at Paris.

Bibliografia
Alt, M. F. Apuntes sobre la vaca ñata: http://www.angus.org.ar/docs/Revistas/251/vaca_nata.pdf
Keynes, R. D.; Rookmaaker,K., and G. Chancelor, 2009.  Charles Darwin's Notebooks from the Voyage of the Beagle. UK
Muñiz, F. J. 1916. Escritos Cientificos.Ciencias Naturales Argentinas.(1) Seis ensayos, publicados con introducción y comentarios de Domingo F. Sarmiento y con juicios críticos de Bartolomé Mitre y Florentino Ameghino: 279 pp. Buenos Aires.
Parodiz, J. J. 1981.Darwin in the New World, pag. 57.
Leiden, The Netherlands.

miércoles, 2 de enero de 2013

Carlos Francesco Ferraris: Encargado de los objetos de Historia Natural( 1826/42) y Teniente 2º. del Batallón de” Amigos del Orden” .



Hugo P. Castello, 2013.  MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".

Unitarios versus Federales
En 1826 las Provincias rechazaban la constitución unitaria y cae Rivadavia (7 de julio de 1827). Asume el federalismo con Manuel Dorrego (13 de agosto de 1827). Tras una revolución el 1º de diciembre de 1828, huye del Fuerte de Buenos Aires. El unitario Juan Lavalle, lo depone, persigue y enfrenta en la batalla de Navarro, donde Dorrego es derrotado y el ex gobernador termina en la prisión.

El Almirante William Brown asume la Gobernación
El Alte.Guillermo Brown tuvo que acceder al pedido popular que le exigía un testimonio de adhesión haciendo guardia en la fortaleza (en esos años era la casa de gobierno), por lo que Lavalle el 6 de diciembre de 1828 delegó inmediatamente el mando en el Almirante Guillermo Brown.
José Miguel Díaz Vélez a fines de 1828 apoyó la revolución del general Juan Lavalle, contra el gobernador Manuel Dorrego Fue ministro general del gobierno de éste durante la campaña que llevó a la batalla de Navarro y la prisión del ex gobernador. Intentó convencer a Lavalle de que exiliara a Dorrego, pero no pudo impedir que ordenara su fusilamiento.



Tarjeta personal de " Carlos Ferraris Directtore di Museo de Buenos Ayres" . Es interesante comprobar que no hace referencia al nombre de Museo Público
Además de encargado de la preservación de los Objetos de Historia Natural y del instrumental del laboratorio de Química y del Gabinete de Física (1826/42), Ferraris integró una milicia de extranjeros. En el Archivo del MACN existe una foto, enviada desde el archivo histórico de Biella, Italia, de un diploma que le otorgara el Gobernador delegado (Alte.) William Brown y el Capitán General de la Provincia de Buenos Aires, José Miguel Díaz Vélez, el 11 de abril de 1829 donde Carlos Ferraris es designado Teniente 2º. de la Octava compañía del Batallón de Amigos del Orden, un batallón de milicia urbana formado principalmente por ciudadanos franceses, quienes en 1828 se habían distinguido por su decisión entusiasta por la causa de los unitarios. En 1829 habían formado un batallón y habían desoído las intimaciones de su cónsul y preferido continuar sirviendo militarmente, y tener derecho así a conservar íntegra su propia nacionalidad. Suponemos que Carlos Ferraris no debió empuñar las armas pero en aquellos años cuando Rosas asumió en 1829 la gobernación, muchos franceses huyeron a Montevideo. Sin embargo Ferraris conservó, y no sabemos por que, el puesto de encargado del Museo.
Existe en el Archivo también una foto (de mala calidad) en la que se puede observar el clásico cintillo o divisa punzó de uso obligatorio para la solapa, con la imagen de Rosas y la leyenda “Independencia o muerte, Vivan los Federales, Mueran los Salvajes inmundos unitarios” 


(Coccarda federalista in setta rosa stampata) anexada a una carta proveniente del Archivo italiano donde existen depositados documentos de Carlos Ferraris.

La "cucarda" punzó o cintillo federal se usaba en aquello años como "señal de fidelidad" a la causa del orden del sistema federal de gobierno, con la curiosidad de que su empleo trascendió los días de la Confederación Argentina y se continuó usando hasta el año 1880

Título en Farmacia otorgado por la Universidad de Buenos Aires a Carlos Ferraris.
Otro documento del mismo archivo es una foto del diploma entregado el 26/4/1828 por el Tribunal Médico de la Universidad de Buenos Aires, donde se le otorgó el título de Farmacéutico de la Facultad de Farmacia.
Paralelamente a esta actuación en el Museo y en Batallón, Ferraris revalidó su titulo profesional, y abrió una farmacia en la Calle Reconquista, frente al ex-Convento de Santo Domingo, en cuyos salones de alto estaba depositado el instrumental de Física y Química y el museo.
Algunos de los líquidos conservantes que usaba para preservar el plumaje de las aves de la colección o el envoltorio de las momias egipcias, los producía en su farmacia, que estaba en la ochava de las calles Reconquista y Avda. Belgrano frente al museo.
En 1834, integró una comisión de farmacéuticos, que presidió Cosme Argerich, y que debía constituir la Junta Superior Gubernativa de la Facultad de Farmacia

El regreso a Italia
Ferraris vendió su botica a Silvestre Demarchi y logró que el Gobierno de Italia lo indultara por su actividad política previa. Recién entonces marchó, llevando numerosas cajas, repletas de animales vivos y embalsamados, que donaría al Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Turín. También creó en Graglia (en el Piamonte) un denominado " Museo Argentino", dedicado a la zoología y mineralogía rioplatense. Ningún ejemplar de Historia Natural fue colectado y depositado en la colección del Museo durante los años en que fue Encargado.
Pasó sus últimos años en una casa de campo, en Biela, retirado de toda actividad científica y docente. Tuvo, sin embargo, contacto con algunos grandes hombres de la política y la cultura nacional, como Juan María Gutiérrez, quién lo visitó a principios de la década de 1850. Ferraris murió en 1859.

Don Carlos Ferraris, Teniente 2º de la Octava compañía del Batallón de Amigos del Orden.