domingo, 23 de diciembre de 2012

El destino del instrumental del Gabinete de Física, el Laboratorio de Química y de los objetos de Historia Natural (1822-1836)

Hugo P. Castello, 2012.  MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".
Adquisición e instalación del Gabinete y del Laboratorio

El gobierno de Buenos Aires, de quien dependía la universidad en 1822, buscó otorgar un papel destacado a la enseñanza de la ciencia, en particular los estudios de física y química, asignaturas que no habían contado con demasiada atención en la época colonial.  Bernardino Rivadavia, Ministro de Relaciones Exteriores y Gobierno, en el momento de la creación de la universidad, gestionó, con la mediación de José Ignacio de Garmendia, que se encontraba en Europa, ante la firma Hullet Hnos. y Cia. de Londres, banqueros del gobierno bonaerense, para la adquisición de un Laboratorio de Química y de un Gabinete de Física, destinados a ser instalados en las aulas de la universidad. (Piccirilli, 1943).
El suministro de los elementos y aparatos para equipar los futuros laboratorios fueron encargados a los señores Baillot, Piet y Cia. de París, los cuales, el 25 se Septiembre de 1823, reemitían una factura por el importe de 31930 francos, valor de los elementos comprados y una detallada descripción de los instrumentos y aparatos accesorios que integraban el embarque. Éstos arribaron en el mes de enero de 1824, oportunidad  en la cual el ministro Rivadavia señalaba que aun no se había reconocido el contenido del envío y ordenaba pasar nota al rector para ubicar el lugar donde serían instalados los laboratorios. En octubre de 1824, el ministro Manuel J. García ordenó que se abonara la factura, pues el catedrático de química, Manuel Moreno, había dado su conformidad respecto a la recepción de los objetos remitidos desde Europa (AGN: X 6-2-3).
En el mensaje que los ministros encargados del Poder Ejecutivo de la provincia, Rivadavia y García, presentaron a la Legislatura, señalaban: “un laboratorio de química y una sala de física, la mas completa, han sido conducidas de Europa para servir a la enseñanza de las ciencias naturales. A la colección de minerales que existe ya, se agregarían en breve las máquinas necesarias al estudio de la mineralogía”.
Esta mención por parte del gobierno indicaba la importancia que se asignaba a los asuntos destinados a mejorar el adelanto de los estudios universitarios, obviamente debido a su influencia en el progreso de la sociedad (Mensajes, 1976).
Luego de su arribo a Buenos Aires, los aparatos y elementos permanecieron sin uso, debido a la falta de personal idóneo que pudiera tomar a su cargo su preparación para ser utilizados, como así también debido a la ausencia de profesores hábiles para efectuar los consiguientes experimentos.
Transcurrió una año hasta que la firma Hellet Hnos. en Londres, el 5 de octubre de 1825, informara al gobierno que la fragata francesa Jean Dárc había partido hacia unos 15 ó 20 días del puerto del Havre con un nuevo embarque consistente en dos cajones conteniendo artículos destinados a la enseñanza de Anatomía, la preparación de animales para el Museo de Ciencias naturales y otros elementos adicionales y algunos artículos faltantes en el primer embarque.
El periódico Crónica Política y Literaria de Buenos Aires (9/6/1827) bajo el título “Gabinete de Física y de Historia Natural” (1) señala los pasos dados para la adquisición de los instrumentos y elementos adquiridos en el exterior. Lamenta que éstos llegaran a Buenos Aires antes que se hubiera dispuesto el lugar para su instalación, lo cual comprometía la conservación de algunos de ellos. Informa al mismo tiempo que se había elegido el convento de Santo Domingo para tal fin, edificio donde se reunirían todos “los objetos relativos a la enseñanza de ciencias físicas y naturales, un laboratorio de química, un gabinete de física y un museo de zoología, de mineralogía y de botánica”. El laboratorio será ubicado en el piso inferior y en el corredor, mientras en las piezas altas, el gabinete y el museo, proyectando además la construcción de un anfiteatro para la enseñanza de los distintos cursos.
Seis años después, en 1833, el coronel Arenales relataba que el Gabinete de Historia Natural se encontraba en las galerías altas del “convento suprimido de Santo Domingo”, provisto de una brillante colección de objetos comprados en Europa y considerablemente aumentada después con varios otros objetos de estos países. Señala asimismo que se encontraba en exposición: “mas de 1500 piezas del reino mineral y cerca de 800 del animal, sin incluir las familias de insectos, etc.” (Gutiérrez, 1915: Pág. 319).
Arenales, a continuación comenta que, en ese lugar se guardaban los aparatos de química y física experimental por medio de los cuales se realizaban las lecciones prácticas para los estudiantes de la universidad, además de los Objetos de la Historia Natural.
La Cátedra de Física estuvo a cargo de Pedro Carta Molina, durante un breve lapso, previo al arribo de Mossotti, este último destacado profesor e investigador que dejó señalados recuerdos en Buenos Aires, entre ellos los de Vicente López, que probablemente asistió a sus clases.
En cuanto a la responsabilidad de montar los instrumentos y su conservación, ésta estuvo a cargo de Carlos Ferraris (Nicolau, 2005).

El uso y destino de la colección de instrumentos de Física comprados por Rivadavia para el Museo o Sala de instrumentos.
Con la llegada al país del Físico italiano Ottaviano Fabrizio Mossotti, por decisión del gobierno se le cedió en préstamo en 1828, el instrumental de Física para que con él pudiera entrenar a los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires en la Cátedra de Física.
Mossotti, previamente, luego de su arribo al Plata se había desempeñado en el Dto. Topográfico.
La cátedra de Física experimental pasó a estar a cargo de Octavio F. Mossotti, quien reemplazó así a Pedro Carta Molina, responsable de la misma cátedra desde 1826. Mossotti instaló en los altos del Convento de Santo Domingo, un Observatorio Astronómico y realizó observaciones meteorológicas. En la Universidad también dictó cálculo diferencial y en sus cursos explicaba a los estudiantes de medicina los principios de dielectricidad o electricidad en el interior de los cuerpos.
Cuando en 1835 decidió retornar a Italia, el Oficial Mayor del Ministerio de Gobierno Agustín Garrigós le comunicó a Ferraris, encargado del Museo, que el Gobernador de la Provincia había decidido que todo el instrumental de Física, que hasta ese momento estaba en custodia de Mossotti, fuera pasado al Dr. Don Saturnino Segurola de la Casa de Expósitos y que entregara las llaves del cuarto que ocupaba Mossotti al Reverendo Padre predicador, Presidente del Convento de Sto. Domingo, Fr. Domingo Incháustegui.

Bibliografía
Gutiérrez, J. M. 1915.Origen y desarrollo de la enseñanza pública superior en Buenos Aires: 642 Págs.
Nicolau, J. C. 2005. Ciencia y Técnica en Buenos Aires, 1800-1860, Eudeba: 278 pags.
Piccirilli, 1943. Rivadavia y su tiempo. ED. Peuser: Tomo 1: 529, y Tomo 2: 632 Pág., Buenos Aires:
Notas
(1) Crónica Política y Literaria de Buenos Aires, se editó por vez primera el 3/3/1827 y el último número después de la aparición de 120 números, el 6/10/1827. Sus editores fueron D. José Joaquín de Mora y D. Pedro de Angelis.

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