¿Cómo se hace para vender un esqueleto de tigre diente de
sable?
Esta fue la pregunta que el naturalista argentino Francisco Javier Muñiz le hizo a Charles Darwin en una carta enviada el 30 de agosto de 1846, que lamentablemente está extraviada.
Esta fue la pregunta que el naturalista argentino Francisco Javier Muñiz le hizo a Charles Darwin en una carta enviada el 30 de agosto de 1846, que lamentablemente está extraviada.
Casi un año antes, en las páginas de
la Gaceta Mercantil ,
Muñiz (1845) había publicado una descripción detallada de un esqueleto casi completo de
tigre diente de sable.
El título del artículo era proclamado como el "Muni-felis bonaerensis", y Muñiz creía que la criatura no se parecía a ningún otro mamífero fósil que se encontrara en América del Su con anterioridad. "Yo soy el primero”, escribe Muñiz, en el relato que hace a continuación, "en recomendar la atención de los sabios dedicados al examen del esqueleto de los (animales) que fueron testigos y víctimas de catástrofes terribles y devastadoras."
Muñiz no estaba en lo cierto respecto de la singularidad de su descubrimiento –ya que unos trozos de tigre diente de sable de América del Sur, erróneamente atribuidos al género Machairodus habían sido enviados a colecciones europeas en el momento de escribir su carta a Darwin - pero ninguno era tan completo como el nuevo fósil que Muñiz había hallado y descrito.
El título del artículo era proclamado como el "Muni-felis bonaerensis", y Muñiz creía que la criatura no se parecía a ningún otro mamífero fósil que se encontrara en América del Su con anterioridad. "Yo soy el primero”, escribe Muñiz, en el relato que hace a continuación, "en recomendar la atención de los sabios dedicados al examen del esqueleto de los (animales) que fueron testigos y víctimas de catástrofes terribles y devastadoras."
Muñiz no estaba en lo cierto respecto de la singularidad de su descubrimiento –ya que unos trozos de tigre diente de sable de América del Sur, erróneamente atribuidos al género Machairodus habían sido enviados a colecciones europeas en el momento de escribir su carta a Darwin - pero ninguno era tan completo como el nuevo fósil que Muñiz había hallado y descrito.
Muñiz tenia la esperanza que
Darwin, que en ese entonces en la Argentina era un famoso científico después de sus
visitas anteriores en el HMS Beagle, pudiera ayudarlo a encontrar un destino
final para su fósil.
De acuerdo con su respuesta parece
que el naturalista Inglés no ofreció mucha asistencia a Muñiz .Con fecha 26 de
febrero 1847, Darwin escribió:
"Considero que el único plan factible sería la de enviar a algún agente sus fósiles al Reino Unido para poder disponer de ellos. Ninguna sociedad comprará nada por el estilo sin tener la posibilidad de inspeccionar el fósil, y la mayoría de las sociedades sólo reciben donaciones. Su muestra de la Muni-felis debe ser noble, y yo sospecho que va a llegar a ser un Machairodus, de los cuales hay algunos fragmentos procedentes de las pampas en el Museo Británico Voy a tratar de obtener una traducción de su artículo para publicarlo en alguna revista científica". La traducción nunca fue publicada en inglés.
Esto no quiere decir que Darwin no lo intentó. Dos semanas antes había escrito a Richard Owen, el irascible, pero influyente anatomista, con la esperanza de que el Colegio de Cirujanos (College of Surgeons) pudiera adquirir el tigre diente de sable al menos, cubrir los gastos necesarios para que Muñiz enviara los restos fósiles. "Si S. Muñiz se anima," Darwin acicateó ", probablemente enviará otras cosas", estableciendo una conexión valiosa entre los académicos ingleses y un prometedor naturalista trabajando en un campo tan lejano.
Pero nada ocurrió. Aunque Darwin envió una traducción de la descripción original de Muñiz a Owen, nunca la publicación vio la luz. Tampoco Owen o cualquier otra persona estuvo dispuesta a pagar por el "Muni-felis." El esqueleto fue efectivamente olvidado, al menos, hasta que el zoólogo alemán Hermann Burmeister se trasladó a Argentina dos décadas más tarde y se encontró con Muñiz. Haciéndose cargo del desorganizado Museo Público en Buenos Aires, Hermann negoció mas tarde para comprar la descuidada muestra, que se describe bajo el nombre de "Machaerodus neogaeus" en 1866.
Poco se ha dicho de este gran gato desde el momento en Hermann Burmeister actualizara la obra original de Muñiz.
Adriana Novoa en su reciente libro junto con Alex Levine “Del Hombre al Mono” - de la que se extrajo el relato anterior - desenterró la historia de este fósil históricamente significativo, y ahora sabemos que era sólo uno de los primeros hallazgos de especies de tigre diente de sable, que una vez acecharon los pastizales del Pleistoceno de América del Sur.
"Considero que el único plan factible sería la de enviar a algún agente sus fósiles al Reino Unido para poder disponer de ellos. Ninguna sociedad comprará nada por el estilo sin tener la posibilidad de inspeccionar el fósil, y la mayoría de las sociedades sólo reciben donaciones. Su muestra de la Muni-felis debe ser noble, y yo sospecho que va a llegar a ser un Machairodus, de los cuales hay algunos fragmentos procedentes de las pampas en el Museo Británico Voy a tratar de obtener una traducción de su artículo para publicarlo en alguna revista científica". La traducción nunca fue publicada en inglés.
Esto no quiere decir que Darwin no lo intentó. Dos semanas antes había escrito a Richard Owen, el irascible, pero influyente anatomista, con la esperanza de que el Colegio de Cirujanos (College of Surgeons) pudiera adquirir el tigre diente de sable al menos, cubrir los gastos necesarios para que Muñiz enviara los restos fósiles. "Si S. Muñiz se anima," Darwin acicateó ", probablemente enviará otras cosas", estableciendo una conexión valiosa entre los académicos ingleses y un prometedor naturalista trabajando en un campo tan lejano.
Pero nada ocurrió. Aunque Darwin envió una traducción de la descripción original de Muñiz a Owen, nunca la publicación vio la luz. Tampoco Owen o cualquier otra persona estuvo dispuesta a pagar por el "Muni-felis." El esqueleto fue efectivamente olvidado, al menos, hasta que el zoólogo alemán Hermann Burmeister se trasladó a Argentina dos décadas más tarde y se encontró con Muñiz. Haciéndose cargo del desorganizado Museo Público en Buenos Aires, Hermann negoció mas tarde para comprar la descuidada muestra, que se describe bajo el nombre de "Machaerodus neogaeus" en 1866.
Poco se ha dicho de este gran gato desde el momento en Hermann Burmeister actualizara la obra original de Muñiz.
Adriana Novoa en su reciente libro junto con Alex Levine “Del Hombre al Mono” - de la que se extrajo el relato anterior - desenterró la historia de este fósil históricamente significativo, y ahora sabemos que era sólo uno de los primeros hallazgos de especies de tigre diente de sable, que una vez acecharon los pastizales del Pleistoceno de América del Sur.
Bibliografía
Muñiz, F. J. 1845. The Muñi-Felis
bonaerensis. La
Gaceta Mercantil , 10 de Julio 1845 ,Pág.1-2.
Nota
(1) Según obra en los Archivos
Históricos del MACN la compra de los restos fósiles del “tigre diente de sable”
descripto por Muñiz fue bastante compleja pero al final se pudo completar
con el pago de 30.000 pesos que le hiciera a Muñiz el Sr.
William Wheelright un rico empresario asociado al ferrocarril.,
En el año 1865 figuran en el AHMACN los siguientes documentos referidos al tigre diente de sable de Muñiz:
o) Burmeister a P. Cárdenas. Informa que
el Dr. F. J. Muñiz dispone de un esqueleto fósil que desea vender por el monto
de 30.000 p.m.c .(14/6/1865) (AHMACN No. 91).
p) P. Cárdenas a Burmeister. Informa que
el gobierno decide abonar la suma de 2000 p.m.c. para contribuir a la compra del mismo (23/6/1865)
(AHMACN No. 95).como contribución a una compra colectiva.
q) Burmeister
a P. Cárdenas. Informa que ante el poco progreso de la propuesta de Muñiz de
reunir la suma para la venta del fósil, informa que el empresario del
Ferrocarril Central Argentino, Sr. Don William Wheelright ofrece otorgar la
suma de 30 mil pesos (28/6/1865) (AHMACN No. 95ª).
s) P .Cárdenas a Burmeister. En relación
con la propuesta del Dr. Muñiz para la adquisición del fósil, el gobierno deja
sin efecto la resolución anterior de fecha del 22 de junio, el cual decidía
abonar la suma de 2000 p.m.c .(11/7/1865) (AHMACN No.101).
y) Burmeister a P. Cardenas. Informa que
el Dr .Muñiz ha resuelto vender su fósil al Sr. William Wheelright por la suma de 30 mil pesos con
destino al museo. El Director solicita que el Gobierno manifieste su
agradecimiento por esta donación (27/10/1865)
(AHMACN No. 110).
z) P. Cárdenas a Burmeister con referencia a
la donación de la suma para el pago al Dr. Muñiz, el gobierno le adjunta una
nota para el Sr. William Wheelright en la que se le manifiesta el
agradecimiento por ese acto patriótico (30/10/1865) (AHMACN No. 111)..
No hay comentarios:
Publicar un comentario