Hugo P. Castello, 2013. MACN: en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azar
Craneo de Vaca ñata a la izquierda comparada
con el de una vaca normal. Exhibición del Museo en el antiguo edificio de Alsina y Perú.
Probablemente década de 1930. (AHMACN).
Ya en su primer visita a la ciudad de Buenos Aires y a Colonia de Sacramento
(Noviembre 1832), Charles Darwin tuvo oportunidad de conocer ejemplares vivos
de la vaca ñata, una variedad genética de la vaca, que se caracteriza por su
hocico mas corto o ñato.
El naturalista británico pudo ver, por primera vez en su
vida, ejemplares vivos de vaca ñata (niata oxen) en una estancia lindante al
arroyo San Juan, cerca de Colonia del Sacramento, según relata Parodiz (1981)
en su libro sobre “Darwin en el Nuevo
Mundo” (pag. 57). En sus apuntes de campo,aunque no espec ifica la localidad, Darwin describe como el dia 18
de Noviembre de 1832 tuvo la oportunidad de observar ejemplares de vaca ñata
(1).
La libreta de campo de Charles Darwin, conocida como "Buenos Ayres Notebook", una de las numerosas libretas en las que anotó sus observaciones a lo largo del extenso viaje a bordo de la Beagle y alrededor del mundo. El 18 de noviembre de 1832 escribió sus observaciones sobre la vaca ñata.
Contactos de Charles Darwin con Francisco Javier
Muñiz
En el capítulo VIII de su libro
“Diario del viaje de un naturalista
alrededor del mundo”, publicado en 1839 describe “La vaca ñata tiene con los otros vacunos la misma relación que el
bulldog con los otros perros. La frente es muy corta y ancha, con el maxilar
superior, junto con el plano completo de los dientes molares superiores,
curvado hacia arriba. La mandíbula inferior se proyecta por delante de la
superior, presentando una curvatura hacia arriba. El labio superior está muy
hacia atrás, las fosas nasales están muy arriba y ampliamente abiertas. Los
ojos son bien salientes y los cuernos grandes. Cuando caminan, la cabeza, sostenida
por un cuello corto, es llevada baja. Los miembros posteriores son más largos
que lo usual, en comparación con los anteriores. La dentadura incisiva al descubierto,
la cabeza corta y las fosas nasales hacia arriba dan a estos vacunos el más
gracioso aire de arrogancia y provocación”.
En otra parte del mismo capítulo, Darwin señala algo muy
importante: “La raza tiene existencia propia, y un toro y una vaca ñata
producen invariablemente terneros ñatos. El cruzamiento del toro ñato con la
vaca común, o viceversa, produce siempre tipos intermedios, pero con los
caracteres ñatos muy marcados”.
Estas pormenorizadas
descripciones de Darwin sobre el ganado ñato, que en sus obras lo refería como
“raza”, son coincidentes con una enfermedad de origen hereditario que,
provocada por una mutación genética dominante, es conocida como
discondroplasia, es decir un desarrollo anormal de cartílagos y huesos que dan
lugar a un crecimiento corporal
desproporcionado y con características de cabeza ancha y corta y marcado
prognatismo.
Ternero de vaca ñata. Foto enviada a Martín Doello Jurado por Luis Viana de la localidad de Alberdi,
Pcia. de Buenos Aires. (AHMACN No.7520.).
Contactos de F. J. Muñiz con Charles Darwin
Las observaciones realizadas por
Muñiz sobre la vaca ñata ganaron la atención de Darwin con el cual inició un
intercambio epistolar y a su vez con Richard Owen, en ese entonces su
colaborador.
Darwin le plantea a su amigo Edward Lumb sus dudas de la
siguiente manera: “es de interés para mi
saber si la vaca ñata resiste la domesticación, cuando expuesta a la influencia
de la civilización”.
A mediados de la década de 1840 Charles
Darwin, el Dr. Richard Owen y el Dr. Francisco J. Muñiz habían estado en
contacto epistolar mutuo en forma previa por la oferta que había realizado
Muñiz de vender el esqueleto completo de un tigre diente de sable que el había
excavado y colectado en las barrancas
del río Luján en cercanías de la villa donde residía como prácticamente médico del
Ejército. Lo describió en la Gaceta Mercantil en 1845 bajo
el nombre de Muñi-felis bonaerensis (2).
Darwin interesado en obtener mayor información sobre la vaca
ñata le envió por carta a su amigo
Edward Lumb (3) siete preguntas para que Francisco Javier Muñiz le aclarara
algunas dudas que tenía. Muñiz preparó una detallada respuesta para el Sr. Lumb
cuyo manuscrito se denomina “Contestación a las sietes cuestiones…” y
éstas le fueron enviadas por carta a Darwin.
En febrero de 1847 Charles Darwin
le envió una carta (4, 5) a F. Muñiz que residía
en Luján y hace referencia a la vaca
ñata bajo estos términos: "(Ha
transcurrido) Algún tiempo desde que Ud. fuera tan amable de enviarme a través
del Sr. E. Lumb alguna informacion muy curiosa y para mi muy valiosa con
respecto a la vaca niata (ñata) “(Some time since you were so kind
as to send me through Mr. E. Lumb (1) some most curious, and to me most valuable, information regarding the Niata oxen). (Ver
texto completo en recuadro mas abajo).
Es interesante mencionar que a
pesar que algunos autores consideraban que la variedad de vaca ñata estaba
extinguida, ésta aun perdura y existen ejemplares en nuestras estancias.
Domingo Faustino
Sarmiento admirador y editor de los manuscritos del Dr. F. J. Muñiz
El ex
Presidente Doningo Sarmiento .quien fue
un admirador del Dr. Francisco Javier Muñiz se dedicó a recopilar y publicar
sus manuscritos científicos. La publicación se denominó Francisco Javier Muñiz Escritos Cientificos. Ciencias Naturales
Argentinas. El capítulo IV estuvo dedicado a la Ñata Oxen (Vaca ñata):
219-228. Dichos manuscritos se encuentran en su mayor parte en el Archivo
Histórico del MACN.
El
referido a la vaca ñata tienen un título extenso y se denominó “Contestación
a las sietes cuestiones que en consulta se ha servido dirigir al infraescripto
el señor Enrique (Eduardo) Lumb sobre la
vaca ñata”.
En la misma publicación Sarmiento
escribió con respecto al tigre diente de sable: "En efecto, en 1845
publicaba en la Gaceta Mercantil
el hallazgo de un nuevo cuadrúpedo fósil: un león antediluviano, más fiero y
destructor, más fuerte y temible para los demás animales, encontrado en la gran
capa aluvial que próxima a la superficie cubría la provincia y la mayor parte
del territorio argentino. Lo bautizaba con su apellido y lo anclaba en la
provincia de Buenos Aires. Con este gesto, ajeno a las reglas de la
caballerosidad científica, donde muy pocas veces el creador se honraba a sí
mismo, surgía Muñifelis Bonaerensis (sic) . Muñiz, seguro de ser “el
primero” en describirlo, ponía a consideración de los “sabios que se dedican al
conocimiento de esos irrecusables testigos, víctimas al mismo tiempo, de
espantosas y desoladoras catástrofes. Esa certeza procedía de la ausencia de
esta especie en la obra del “recomendable Mr. Darwin , después de sus
interesantes trabajos sobre las Costas Patagónicas y otros puntos de la República desde 1832
hasta 183.
Muñiz basaba la creación de este
género en la forma ganchosa y aguda de los incisivos, indicio de una ferocidad
de índole devastadora en grado inconcebible sobre el resto de sus congéneres.
La descripción de los caracteres osteológicos del león seguía las convenciones
de la anatomía comparada al estilo de Cuvier, empezando por los huesos del
cuerpo, planteando similitudes con otros géneros y especies relacionados, para
dedicarse luego, con particular detalle, a los caracteres dentarios y trazar
tablas comparativas entre las medidas osteológicas de Muñifelis y Felis,
Tigre y León, tomadas de Cuvier. Por analogía, a la pareja creada por el
depredador y sus víctimas de otros continentes y otros tiempos, como
león/elefante y Megalonix /animal fósil de Ohio, Muñiz concluía que
su león había perseguido al pesado megaterio, al mastodonte, al caballo, al
gran “Tatú” y a otros pacíficos habitantes de estas regiones: aún cuando no
fuese dotado de alta estatura ni de gran masa, era ágil, fuerte, sobradamente
feroz y astuto. Muñiz cerraba su nota discutiendo sobre el carácter de la fauna
americana y anticipando que pronto enviaría una nota sobre el megaterio, ese
enorme cuadrúpedo de nuestras pampas que había adquirido justa celebridad
zoológica".
(1)
Copia textual traducida de sus anotaciones en el Notebook Buenos Ayres
18 de noviembre. En dos ocasiones me encontré en esta
provincia con algunas vacas de una raza muy curiosa, llamada ñata o Niata.
Parecen externamente tener casi la misma
relación con otros tipos de ganado, que los perros tienen con los bull dogs. Su
frente es muy corta y ancha, con la punta nasal hacia arriba, y el labio
superior muy retraído, su mandíbula inferior se proyecta más allá de la
superior y tienen una curva ascendente, por lo que sus dientes están expuestos
siempre.
Sus fosas
nasales están ubicadas muy arriba y son muy abiertas, y sus ojos se
proyectan hacia fuera. Al caminar llevan
la cabeza baja, sobre un cuello corto, y sus patas posteriores son más largas
en comparación con las patas delanteras. Sus dientes desnudos, con las cabezas
cortas, y las fosas nasales vueltas hacia arriba les dan un aire ridículo y auto confianza.
Desde mi regreso, he conseguido un cráneo, gracias a la bondad de mi amigo el capitán Sulivan, RN, que ahora esta se depositada en el Colegio de Cirujanos.
Desde mi regreso, he conseguido un cráneo, gracias a la bondad de mi amigo el capitán Sulivan, RN, que ahora esta se depositada en el Colegio de Cirujanos.
Don F.
Muñiz, de Luján, ha tenido a bien recoger para mí toda la información que podía
respeto de esta raza.
De ésta
cuenta, parece que hace unos ochenta o noventa años atrás, eran poco frecuentes
y se mantenían como curiosidades de Buenos Aires. Universalmente se cree que la
raza se originó entre los indios hacia el sur de la Plata, y que fue con ellos
el tipo más común. Incluso hoy en día, las vacas criadas en las provincias
cercanas a la Plata
muestran su origen menos civilizado, son
más feroces que el ganado común, y la vaca suele abandonar fácilmente a
su primer becerro, si visitada con demasiada frecuencia o es molestada. Es un
hecho singular que una variedad casi similar a la raza Niata, según me informa
el doctor Falconer, que existió un gran rumiante extinguido de la India, el Sivatherium. Un
toro y una vaca niata invariablemente producen terneros Niatos. Un toro Niato
con una vaca común, o el cruce inverso, produce descendencia que tiene un
carácter intermedio, pero con características fuertes de Niata: de acuerdo con
el señor Muñiz, existe la evidencia muy clara, que contrariamente a la creencia
común de los agricultores en casos análogos, que la vaca Niata cuando se cruzó
con un toro común transmite sus peculiaridades más fuerte que cuando el toro
Niata se cruzan con una vaca común. Cuando el pasto es medianamente largo, la
alimentación de ganado Niato se hace con la lengua y el paladar, así como el
ganado común, pero durante las grandes sequías, cuando tantos animales perecen,
la raza Niata se encuentra bajo una gran desventaja, y sería exterminada si no
se le presta especial cuidado que, para el ganado común, como los caballos, son
capaces sólo para mantener con vida, ramonean o podan con los labios en las ramas de los árboles y
cañas, lo que niatas no lo pueden hacer tan bien , ya que sus labios no se unen, y por lo
tanto perecen antes de que los animales comunes. Esto me parece un buen ejemplo
de lo poco que somos capaces de juzgar por los hábitos comunes de la vida, en
qué circunstancias, que sólo ocurren a largos intervalos, como puede ser determinada
la rareza o la extinción de una especie.
(3) Edward Lumb, fue un comerciante británico que
sirvió de anfitrión a Darwin durante su viaje a bordo de la Beagle en su primera estadía en Buenos Aires (2-9/11/1832).
(4) Se guarda en el Archivo
Histórico del MACN, datada el 26 de febrero de 1847.
(5) Texto de la carta enviada por Charles Darwin a F. Muñiz, Luján, 26/2/1847.
Down, Farnborough, Kent,
February 26, 1847.
DR. F. J. MUNIZ, Buenos Aires.
RESPECTED SIR,
Your letter of August 30, with the papers which
you were so good as to send me, reached me only a short time since, owing to
the protracted illness and absence from London of Mr. Morris, through whom they
were sent. I have lately heard from Mr. Morris that you wish to dispose of your
fossil remains on some pecuniary arrangement, which I did not fully understand
from your own letter to me. I have given Mr. Morris my opinion on this head, so
will not here repeat it; but will only say that I conceive the only feasible
plan would be to send your fossils here to some agent to dispose of them. No
society will purchase anything of the kind without having them inspected, and
most societies only receive presents. Your specimen of the Muñi-felis must be a
noble one; I suspect it will turn out to be a Machairodus, of which there are
some fragments in the British Museum from the Pampas. I will endeavour to get
your paper translated and inserted in some scientific periodical. Your account
of the earthquake in the Pampas has surprised me; I never heard of one in any
part further east of the Cordillera than at Cordoba. If you will inform me
whether you read English I shall be happy to send you a copy (if you will point
out some channel) of my “Geological Observations on South America,” lately
published; I do not think it worth sending them without knowing whether you
read English, which I fear is not probable. Your pamphlet on the scarlet fever
I will present to the Royal College of Surgeons. I cannot adequately say how
much I admire your continued zeal, situated as you are without means of
pursuing your scientific studies and without people to sympathise with you, for
the advancement of natural history; I trust that the pleasure of your pursuits
affords you some reward for your exertions. Some time since you were so kind as
to send me through Mr. E. Lumb some most
curious, and to me most valuable, information regarding the
Niata oxen. I should be deeply obliged by any further facts about any of the domestic
animals of La Plata;
on the origin of any “breed” of poultry, pigs, dogs, cattle, etc. I should be
much interested by a brief description of the habits and appearance of the
pigs, dogs, etc., which have run wild, and especially on the habits of
these wild breeds, when their young are caught and reared. Will a puppy of one
of the run-wild dogs, if brought up carefully, be as tame as a common dog? Any
information on all such points would be of real service to me;
and my address, should you find time to write to me, will always be that at the
head of this letter. I most sincerely wish you all success in your admirable
labours, and if at any time I can be of any service, I shall be happy to be so;
but I am sorry to say I am not connected with any mercantile establishment and
cannot recommend agents, etc., etc. With much respect, I beg to remain, Sir, |
Your obliged and obedient servant,
CHARLES
DARWIN.
Bibliografia
Alt, M. F. Apuntes sobre la vaca ñata: http://www.angus.org.ar/docs/Revistas/251/vaca_nata.pdf
Keynes, R. D.; Rookmaaker,K., and G. Chancelor, 2009. Charles Darwin's Notebooks from the Voyage of the Beagle. UK
Muñiz, F. J. 1916. Escritos Cientificos.Ciencias Naturales Argentinas.(1) Seis ensayos, publicados con introducción y comentarios de Domingo F. Sarmiento y con juicios críticos de Bartolomé Mitre y Florentino Ameghino: 279 pp. Buenos Aires.
Parodiz, J. J. 1981.Darwin in the New World, pag. 57. Leiden, The Netherlands.
Alt, M. F. Apuntes sobre la vaca ñata: http://www.angus.org.ar/docs/Revistas/251/vaca_nata.pdf
Keynes, R. D.; Rookmaaker,K., and G. Chancelor, 2009. Charles Darwin's Notebooks from the Voyage of the Beagle. UK
Muñiz, F. J. 1916. Escritos Cientificos.Ciencias Naturales Argentinas.(1) Seis ensayos, publicados con introducción y comentarios de Domingo F. Sarmiento y con juicios críticos de Bartolomé Mitre y Florentino Ameghino: 279 pp. Buenos Aires.
Parodiz, J. J. 1981.Darwin in the New World, pag. 57. Leiden, The Netherlands.
No hay comentarios:
Publicar un comentario